Amor A Ciegas

TWO

Después de hablar con el doctor, él se fue porque tenía que atender a otro paciente. Me quedé en la sala,ye puse a reír; ya no podía aguantar la emoción. Y es que saber que todavía.

Puedo volver a apreciar la belleza de las cosas, su forma, su color, su aspecto..

Gracias Dios por haber juntado mi camino con el de el doctor Jung. Estuve así en mi mundo , durante el resto del día.No me dí cuenta de que ya era tarde hasta que sentí un toque en el hombro.

Al principio pensé que era la enfermera; pero al darme la vuelta, la misma fragancia me golpeó de nuevo.

Oh.. enserio es el doctor?.. no lo creo

Parece que estoy alucinando... Pero la fragancia es tan similar...

Un susurro en mi oreja hizo que todas mis dudas desaparecieran y que mi cuerpo temblara-- Jinho~~

-- S-señor ...-- todavía siento que mi piel se eriza al sentir su aliento sobre mi piel.

Él suspiró,  todavía cerca de mi oído-- ya te dije que no me llames así-- pensé que estaba enojado, pero él soltó su hermosa risa.

-- lo lamento..--

-- Ya tendremos tiempo de corregirlo, por ahora te llevaré a tu sala--

Sí... Ey, espera el doctor me va a llevar hasta mi cuarto?

Jinho cálmate y deja de pensar en tonterías.... Seguro lo dijo por la enfermera.. Ash! ..

No sé qué pensar uy...

Me hice un lío en la cabeza.

-- Jinho, levántate que se hace tarde, ya deberíamos estar de camino a tu sala-- Ahora sí, ésto va enserio, madre mía.

No volví a pensar en nada y me puse de pie y el doctor me llevó tranquilamente a mi sala. Juntos, hablando de cosas triviales, era ,no sé simplemente éramos nosotros.

Llegamos a mi cuarto unos ratos después; me puse un poco ya que me iba a quedar solo. Entonces me separé de él dispuesto a adentrarme.

Con el tiempo y de tanto chocar con objetos ya sé por dónde pisar, jajaja.. es gracioso.

Pero él me cogió del brazo y yo me detuve confundo. -- Jinho, déjame guiarte--

-- pero, doctor ya conozco mi cuarto de memoria, no creo que haga falta--

Él se volvió a reír; es una hermosa risa , pero ya basta de tanta risa. ¿A caso se está riendo de mí?.

Con esa idea en mente, hice un puchero enojado y él se volvió a reír.

-- de acuerdo, pero el caso es que no hemos venido a tu cuarto-- ¿Qué?... No estamos en mi cuarto?.

-- No te preocupes, no te he secuestro, sólo, cómo vas a irte sin cenar?-- ohh, es cierto...no había cenado.

-- lo olvidé y ya que la enfermera no me avisó. Pensé que quizá hoy no  habría-- él soltó un suspiro.

-- yo le dije que hoy comerías conmigo-- 

-- ¿ Qué?...P-pero... Por qué yo--

-- ay .... Porque prometí curarte y para eso voy a ocuparme de tí personalmente-- vaya , sonaba tan seguro de sí mismo.

-- y los otros pacientes?--

-- Jinho, no pienses tanto y sólo disfruta de mis atenciones, querido--.

En fin no pude volver a protestar y gracias a éso el pudo arrastrarme hasta algún lugar. Cenamos, si se puede decir; porque pasamos casi toda la cena hablando de nosotros.