Lía Ibars.
Pienso que el amor es algo impredecible, ocurre cuando menos lo esperas o tal vez lo imaginas. A decir verdad, no soy tan creyente de que existe una persona destinada a estar a tu lado, pienso que puede ser producto de una fantasía o cuento que nos hacen creer a lo largo de nuestra vida.
Es por que, por más que intento, no logro visualizarme con alguien en un final feliz. Las relaciones pueden fallar, y viniendo de una familia disfuncional, soy la clara muestra de ello.
Sin embargo, siento la necesidad y el deseo de crear la familia que siempre soñé tener.
Pero... Nada es tan fácil de lograr.
Tocan tres veces seguidas mi hombro izquierdo. Tres jodidas veces.
—¿Y bien?—me giro a medio lado, un poco irritada.
—Nada—dice Adriel, con cara de maldad.
Si quería molestarme, con éxito lo logró.
—Eres un pesado—me vuelvo a girar hacia el frente.
Compartimos una que otra clase. Me era difícil saber cuál es cuál, porqué casi no entra a ninguna. Me hace recordar al típico chico rebelde de clase.
—Lo sé— dice sonriente.
Lo intento ignorar lo más que puedo, ahora que me tiene más confianza, se ha vuelto más insoportable. Han pasado dos semanas desde que lo comencé a tratar.
Sus juegos son terribles, y ni hablar de su sarcasmo, aveces dice las cosas tan realistas, que parecieran ciertas. Pero, luego se comienza a reír como loco porqué te lo creíste.
—Es todo por hoy chicos, la tarea que tienen es explicar una palabra en latín, alguna que les guste o llame la atención. Deberán exponerla el siguientes martes.
Se acomoda la ropa, y sale de la clase.
No hubo preguntas.
Y tampoco dió chance de hacerlas.
—¿Que piensas exponer?—le digo al cuatro ojos que está detrás de mi.
—No entraré.
—Vamos. Aprende alguna, es fácil—me encojo de hombros.
—¿Ah sí?—levanta las cejas—Lo haré, siempre y cuando, llegues temprano ese día.
Y eso hizo que toda alegría se borrara de mi cara, cuando quiere ser un grosero y pesado, lo es.
—Mejor no te hubiera dicho nada—me levanto de mi asiento de golpe. Bastante molesta.
—¡Hey! ¡Hey!—me toma del hombro—No te enojes, sabes que es broma. Molestarte se ha vuelto mi pasión, creo que no me equivoqué de carrera.
—Cuando apenas a pronunciar bien la "R"—hago comillas con los dedos—Me avisas.
—La pronuncio mejor que tú—se cruza de brazos.
Lo ignoro y salgo del salón, camino a dónde sea para no estar cerca de él.
Es estúpido intentarlo. Me seguirá de todas formas.
—¿Para qué huyes?—se ríe,—Me iré por ahí.
—Ajá.
Sigo caminando molesta, estuvo horas enteras irritandome, cualquiera se cansa, en mi defensa. De un momento a otro ya no escucho pasos detrás de mi, es cierto, se ha ido.
Me acerco a la cafetería, pido un café sencillo, necesito energías para ir de compras hoy.
(...)
—¿Como conociste a Davis?— pregunta Jasler.
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Aeternum
RomanceEn la vida de los humanos, las cosas son pasajeras, para ser realistas, eso es totalmente cierto. Pero dentro de mi, nuestro amor siempre será Aeternum.