Un nuevo mundo

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16 de Junio 1902

Ya han pasado varios días de que estoy aquí, por más que intento despertar de este sueño parece que nada de lo que hago funciona. Debería de estar ahora en mi cuarto, viendo una película o talvez en Wattpad, pero sigo aqui. Esto es cada vez más confuso.

En los últimos días de mi sueño, no hecho casi nada, sino es que hablar con Candy, le cuesta adaptarse a todo lo que tiene que ver con la familia o como se debe de comportar. La señora Leagan personalmente se encarga de enseñarle todo esto sin ningún descanso, realmente no quisiera estar en su lugar.

¡¡Eliza!! ¡¡Baja, vamos al pueblo!! - los gritos de Niel, hicieron que Eliza guardará rápidamente su diario y fuera a la entrada de la mansión -

Eliza ¿Por qué tardaste tanto?

Estaba haciendo unas cosas Niel, aparte no me es como que me tardará tanto que exagerado.

¡¡¿Exagerado?!! Es en serio, yo soy el exagerado.

Bueno ya dejemos eso para luego, mejor dime ¿Para que vamos al pueblo?

Iremos a comprar algunas cosas para la fiesta de los Andri, nuestra madre quiere impresionar a la tía abuela.

Entonces tendremos una fiesta *Esperó que esto no sea como a las fiestas que me llevaba mi mamá, no quiero dormir en la sillas *

¿Que pasa? ¿Por qué estás tan desanimada?

No me gustan las fiestas, termino durmiendo en las silla o regresamos tarde a casa.

¿Dormir en las sillas? Eliza tu nunca has dormido en una silla. Además tú eres la que siempre quiere ir.

¿Siempre quiero ir? * Entonces a Eliza le gustaba las fiestas, bueno mis sueños tiene lógica *

Eliza ¿Te sientes bien? Hace semanas que te comportas diferente ¿Es por lo de Candy?

No, para nada Niel, me siento mejor que nunca, ya me hacía falta salir al aire libre.

Hermana, si no te sientes bien... - un grito se escucho a fuera de la mansión, interrumpiendo la conversación de los hermanos -

¡¡Niel!! ¡¡Eliza!! ¡Salgan, vamos al pueblo, vamos se nos hará tarde!

Bueno, nuestra hermana nos espera, vamos Niel

Ambos salieron en dirección al carro de la familia, en el camino a la cuidad, el silencio se hizo cada vez más presente entre todos ellos, aunque sus hermanos platicaban cómo si nada entre ellos, Eliza solo cuando se dirigían directamente a ella, contestaba con casi siempre una respuesta cortante, para no continúa con la plática. Al llegar se la pasaron de tienda, en tienda buscando algo para el día de la fiesta, desde los vestidos más exclusivo para las dos hermanas hasta un traje acordé a el hermano, todo en una tarde interminable para Eliza quien solo le pidió al chófer que se llevará a sus hermanos a la mansión y que luego regresará por ella.

Ya estoy aquí, puedo aprovechar para salir a caminar un rato en lo que terminan de escojer su cosas, apresar de que esto sea un sueño, es uno bastante bonito casi me creo que estoy en los 1900 jajaja - caminando por los alrededores con puestos y puestos de cosas extrañas quedando cada vez más entusiasmada - ¡Wow! Creo que debí de haber venido antes.

Todavía se encontraban en la parte más costosa del pueblo, dónde las tiendas para ricos abundaban, siguió así hasta llegar al centro, talvez en la parte norte de encuentren las tiendas de prestigio, pero en el centro de encontraban personas comunes, sin la necesidad de comparar algo ridículamente caro. Al llegar allí Eliza, se sintió como si estuviera de nuevo en cuidad, aunque los edificios parecieran de otra época, el ambiente era parecido al de dónde ella venía.

Parece como si estuviera en casa - un sonido repentino apareció - pues aunque esto sea un sueño necesito comer, pero no creo que encuentre lo mismo que aquí - su vista se dirigió a un pequeño restaurante, con el dinero que tenía le alcanzaria para comer hasta que se llenará - bueno de todos modos se van a tardar

Entro al pequeño local, busco una mesa libre para poder comer tranquilamente sin que nadie la pudiera molestar, entre todo ese lugar lleno de personas se alzó un joven con la carta del menú en la mano para dársela a la joven Eliza.

Buenas tardes señorita ¿Qué le gustaría ordenar?

Mmm yo realmente no estoy segura - buscaba con la vista algo que fuera bueno, algo que se pareciera a lo que estaba acostumbrada como el mole que su madre le preparaba - Sabes que tráeme lo más perdido

¿Segura señorita?

Segura, tu tráelo que me muero de un hambre que no te imaginas.

Bien, lo que el cliente pida. En unos momentos se lo traigo.

¡John! ¡John! - un joven de la edad de Eliza o un poco más entraba al lugar gritando sin fin -

Tom, deja de gritar vas a asustar a nuestro clientes.

Yo no le veo ningún problema, solo viene a comer eso es esto.

Si, pero algunas personas queremos comer tranquilas - lo dijo sin pensar, siempre se le salía decir lo que pensaba, aún si estuviera en un sueño eso jamás cambiaría para ella -

¡Ah! Con que una niña rica me quiere dar órdenes a mi - se acercan a la mesa de Eliza - escucha no sé quién te creas, pero este no es lugar para niñas mimadas de alta cuna.

¿Y este es un lugar para niños pequeños que fingen ser adultos?

¡¡Aquí en el dices eso niña!!

Al idiota, que se está poniendo a gritar en medio de un restaurante.

Bien, con que esas tenemos

Ya basta Tom, lo lamento señorita, mi amigo ya no la molestará más.

No te preocupes, no fue tu culpa después de todo, es culpa de el. Por lo menos ten un poco de respeto por las personas que estamos comiendo - se levantó de su asiento dejando el lugar, aunque había pagado por su comida se le fueron las ganas de probarla - ya es tarde creo que se preocuparan si no llego rápido.

¡Eh! Señorita a dónde con tanta prisa - tres hombres se le acercaron por detrás sin que ella los pudiera ver -

Y a ustedes que les importa

No quiere que la acompañemos - dijo otro de los hombres -

No, pero gracias de todo modos - intento dar un paso, pero los hombres ya la tenía acorralada -

Señorita háganos esto más fácil y denos todo lo que tiene.

¿Todo lo que tengo? Ja, no me hagan reír * Esto es malo ¿Por qué lo hice? Bueno de todos modos es un sueño*

Usted lo pidió - antes de que pudiera poderle la mano a Eliza un grito se escucho a lo lejos -

¡¡¡Señorita!!! - Eran aquellos dos chicos de la tienda, pasa su fortuna su grito se escucho lo suficiente como para distraer a los tres hombres -

Jodete - le pagaría con su pie a uno en la zona de bajo para poder salir corriendo en dirección al puente que conectaba la centro de la cuidad con el norte de esta misma -

No dejen que escape.

Tom vamos, creo está en problemas.

Estaba a punto de llegar, tan solo faltaban unos cuantos pasos, había Sido difícil llegar hasta ese lugar gracias a sus zapatos, tenía que llegar aunque fuera un sueño esa sensación de miedo, no se le quitaba para nada. A solo unos pasos fue de nuevo acorralada por esos hombres.

Creo que ya no tiene otra salida señorita - se acercaban cada vez más a la vez que Eliza lo hacía con pasos hacia atrás topandose con pared de este mismo -

Saben que - rápidamente se subió a este, con todas sus fuerzas está sería su última escapatoria, el correr sobre esa pequeña pared con la esperanza de no caer - Pudranse

Corrió lo más que pudo, intento no caer, no solo por la pequeña anchura de este, sino por también la estaban persiguiendo intentando atraparla, hasta que en un leve jalón del vestido dado por uno de ello, la joven Eliza Leagan caería al lago.

















Reencarne en la villana de mi infancia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora