Endelecio les condujo hasta su oficina: una habitación amplia repleta de muebles y decorados. Endelecio les indicó a José y a sus colegas tomar asiento y se dirigió a José inmediatamente después.
-Bueno, Joselito, cuéntamelo todo. Seguro que es una historia fascinante.
José carraspeó y comenzó su relato:-Aunque hoy ha sido un día muy malo para pescar y lo sabíamos perfectamente, nos hemos arriesgado y hemos lanzado la gran red de pesca, puesto que no teníamos otra opción. Solamente hemos atrapado tres atunes, una lubina y cinco sardinas. Bueno.. y algo diferente. No sé cómo describirlo. Sus rasgos son similares a los de un calamar, solo que esta especie tiene colmillos y tres ojos. Además es de un color muy brillante para ser un animal del mar Cantábrico. ¿Ves el cubo que tengo en la mano, Endelecio?
Endelecio miró atónito a su amigo:-¿Quieres decir que el bicho del que me hablas se encuentra en tu cubo?
-Compruébalo-respondió José con una sonrisa.
Endelecio no miró rápidamente. Primero quiso asegurarse y aclararse antes de echar una ojeada: -¿Cómo de extraño es?
-Lo más extraño que he pescado en mi vida. Me atrevería a decir incluso que no se puede pescar en otro lugar del mundo.
Endelecio palideció un poco, pero finalmente se decantó por mirar. Fue una visión espantosa para él, tanto que se levantó de forma brusca de su asiento pegando un alarido de pánico.
-¡Endelecio, cálmate!-suplicó José. Sus compañeros estaban tan asustados y avergonzados a la vez que no podían ni mirar lo que estaba sucediendo.
-¡¿QUÉ ES ESA COSA TAN HORRIPILANTE?!-gritó Endelecio asustado-¡SÁCALA DE MI LOCAL! ¡SÁCALAAAA!
José sonrió irónicamente:-Tenía otros planes, si no te importa que los comparta contigo.
Endeleció bajó un poco el nivel de nerviosismo para preguntar nervioso:-No querrás que guarde a ese...ese monstruo en mi pecera vacía, ¿verdad, José?
José sonrió por no llorar:-Exactamente eso.
Endelecio subió de nuevo el tono de voz:-¡JAMÁS! ¡ESA COSA SE VA LEJOS DE MI RESTAURANTE!¡NO QUIERO ASUSTAR A LA CLIENTELA, ESE BICHO ME LA VA A ESPANTAR ENTERA!
-¡Cálmate,Endelecio!-pidió José con tono nervioso-Piensa en lo positivo, ¿quieres? La criatura es horrible, lo sabemos todos, pero... ¿tú sabes lo que podríamos hacer con esto?
Endelecio se relajó instantáneamente. Ya sabía lo que propondría su amigo, pero aún así preguntó:-¿qué propones?
-Exhibirlo. Tú formarás parte de el negocio y nos haremos millonarios. Puede llegar a tener repercusión mundial. Piensa en la cantidad de dinero que estamos hablando.
Una amplia sonrisa nerviosa volvió a la cara de Endelecio:-Cuenta conmigo. Siento haberte gritado José, desde luego no he pensado en lo positivo.
-No te preocupes. Además, en la pecera no se podrá escapar. En vez de asustar a tus clientes los atraerá. Incluso puedes poner un precio simplemente para ver al bicho.
A Endelecio se le hizo la boca agua:-Tienes razón. Bueno, pues entonces trae el cubo y yo lo meto-hizo una pausa- ¿pero está vivo?
-Claro. ¿No ves como respira?
-¡Es verdad! Bueno, ¿entonces a que esperas?
José lo miró con una sonrisa en la cara. Ya tenía un colaborador fiel.
**
Al día siguiente, José volvió al puerto con su tripulación, esta vez con más piezas. Mientras Guille y otro compañero llevaban el cargamento, José subió al restaurante de Endelecio. Mientras subía las escaleras oía un barullo que no era normal en el pueblo, y una vez subidos todos los peldaños su sorpresa fue mayúscula. Había una cola inmensa que se extendía hasta la playa para entrar al restaurante. Endelecio estaba de vigilante de la fila en la puerta y José, al verle, corrió a hablar con él. Endelecio lo miró muy jovial:
-¡José! ¡Mira que cola para entrar! ¡Esto ha sido gracias a ti y por ello te lo devolveré algún día!
-¿Quieren comer?-preguntó José ignorando los halagos-¡No tienes tantas mesas, amigo!
Endelecio lo miró fijamente y se rió a carcajadas:-¡Ay, colega, cómo se nota que no has estado aquí durante la mañana! ¡El restaurante está lleno desde hace cinco horas! ¡Ellos solo quieren hacerse una foto con el monstruo!
-¿Y cuánto cobras por cada foto?-preguntó José interesado.
-Unos 3 euros. Es un buen precio, ¿no?
-Sí. No está mal. ¿Y cuánto llevas recaudado?
Endelecio calló unos segundos y respondió:-si mis matemáticas no fallan, solamente hoy he ganado 2.500 euros. ¡Y ten en cuenta que solamente es por la mañana!
-¡Sabía que el negocio iba a salir bien! Ahora solo queda...
-¡Buenos días!-interrumpió una voz seca-¿Usted es el propietario del restaurante?
Endelecio y José se giraron al unísono para encontrarse con el alcalde de Comillas. Endelecio respondió un poco descolorado:-¡Evidentemente! ¡Soy yo, señor alcalde! ¿Desea comer o ver al bicho?
-Ninguna de las dos cosas-respondió quedamente-Bueno, al bicho lo veré más tarde. Pero he venido aquí para hablar con usted.
Endelecio lo miró intranquilo, pero no replicó. Se dirigió hacia José y le preguntó:- José, amigo, ¿me harías un favor?
José le leyó el pensamiento y respondió:-Por supuesto que me quedaré vigilando mientras no estés.
Endelecio le guiñó un ojo:-¡Gracias, socio! ¡Nos vemos más tarde!-y dicho esto, él y el alcalde se perdieron entre la ajetreada muchedumbre.

ESTÁS LEYENDO
Calamar
Misterio / SuspensoJosé Calatrava, pescador humilde natural de Comillas (Cantabria), encuentra una criatura extraña parecida a un calamar entre las piezas que consigue un día de tormenta y malo para la pesca. Se plantea exhibir a la criatura y compartir el dinero que...