𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋 ; karl jacobs!

𝟎𝟎𝟑. i missed you

chapter three, angel
𖥻 003. te extrañé

       LAS COSAS ERAN DIFERENTES DESDE HACE TIEMPO. Él se había ido luego de engañarla y romper con ella, dejándola sola. Y él no era alguien que ella extrañara, se sentía libre después de aquella tóxica y abusiva relación.

     Aún sueña con todos aquellos malos recuerdos que paso junto a él. Todos los golpes, todas las discusiones, el olor a alcohol que él solía tener. Todo era tan horrible junto a él.

     Aún recuerda aquel día, como si hubiese pasado el día anterior. Recuerda como suplicaba para que él no le hiciera nada, como sollozaba preguntándose mentalmente qué era lo que había hecho mal. ¿Ella no había dado lo suficiente para él?

      "por favor, para Martín, me estás asustando". Si tan sólo no hubiera respondido a su llamado. Si tan sólo le hubiera hecho caso a su madre. Si tan sólo nunca lo hubiera conocido. Todo sería tan diferente.

     Sus manos sucias, su débil cuerpo. Sus ojos llenos de furia y celos. El olor a alcohol emanaba de su cuerpo, su cabello despeinado. Todo era tan irreal, que nunca se hubiera imaginado que aquello pasaría.

     "por favor". Todo parecía ir tan bien, que estaba claro que algo tan malo se aproximaba a su relación. Algo tan horrible y desagradable. Algo tan asqueroso. Marcaría su vida para siempre.

     Sentía su cuerpo pegajoso, su piel sucia y el dolor haciéndose presencia en cada parte de su cuerpo. Sus ojos lagrimosos, su labio temblando. Escalofríos recorriendo cada parte de su cuerpo y, lo peor de todo en esa horrible pesadilla, era que aquella no sería ni la primera, ni la última vez que pasaría.

     El alcohol siempre presente en su sangre. El silencio reinando cada que vez que sucedía, sus ojos siendo lo único que hablaba a través de ella. Nunca imaginó vivir todo aquello y más.

     Recuerda sus palabras. Cada una de ellas. "no digas nada, acordate que siempre va a ser peor si hablas". Y aún así, nunca supo cómo soltarlo. Cómo alejarse de él.

     Pero aún así, siempre supo cómo ocultarlo. Sabía perfectamente que aquello probablemente nunca terminaría si ella decía una misera de lo sucedido.

     "dale llora, como una bebé que sos. nadie te va a salvar de esto. nadie te va a amar como yo lo hago, olivia".

     Recordaba como siempre él se iba luego de aquello, como dejaba sus marcas para hacerle recordar que él nunca se iría. Odiaba su cuerpo. Odiaba la manera en la que él hablaba de este. Lo odiaba a él.

     —¿Helado de chocolate o tiramisú?—sus ojos miraron las opciones, pensando cuál de las dos elegir.

     —Huh- tiramisú suena rico—alex asintió, llamando al mesero con una dulce sonrisa. Olivia sonriendo y asintiendo.

     —Lo es. El tiramisú es riquísimo—murmuró Liv. Su piel erizandose cuando alguien la llamó. Y su voz sonó tan suave y sorprendida, que casi no la reconocía.

     "¿Olivia?". Su cuerpo tembló, pálida como una hoja de papel. Parecía que el destino la odiaba en ciertos momentos, y este era uno de ellos. Martín se paró al lado de su mesa, observando con una media sonrisa a su ex pareja.

     —Disculpa, ¿Tú quién eres?—Alex habló confundido, su ceño fruncido y su mandíbula apretada. No lo había reconocido.

     —Uh, Alexis. Tanto tiempo, amigo—todo se conectó. Y la mirada de Alex no pudo expresar nada más que furia.

     —Martín—seco, murmuró. Mirando de reojo a Olivia, quien solo miraba sus manos bajo la mesa y su expresión incómoda y asustada.

     —Veo que todavía te acordas de mí. Che Olivia, ¿no pensas saludarme, chiquita? Te extrañé—aquel asqueroso apodo retumbó en su cabeza. Los asquerosos momentos en los que él la llamó así, aparecieron en su mente. Las náuseas del momento hicieron que rápidamente corriera hasta el baño, tapando su boca para no vomitar ahí nomás.

     —¿Podrías retirarte, por favor?—alex pidió, amablemente pero aún con su tono frío y serio,—estamos bastante bien sin tu presencia, Martín.

     —No me digas que no me extrañaste, amigo—él exclamó, su estúpida sonrisa decorando su cara. Se sentó en el lugar de Olivia, observando el menú, viendo que podría pedir.

     —Mira, no quiero causar un escándalo aquí. Te estoy pidiendo por favor que te retires porque no nos hace falta tu presencia aquí—indicó Alex, frustrado y enojado. Olivia volvió luego de unos minutos, tomando asiento al lado de su mejor amigo y tomando su mano, asustada.

     Y cuando menos lo esperaron, el mesero apareció con el postre que ambos habían pedido, observando la tensa escena, preguntando si había algún problema.

     —No conocemos a este hombre y ya le hemos pedido que se retiré, pero no quiere—alex explicó al mesero.

     —Obvio que me conocen, capaz no se acuerdan de mí—martín habló arrogante. Una sonrisa formándose en su rostro.

     —Caballero, discúlpeme pero si los jóvenes dicen que no lo conocen, debo pedirle amablemente que se retire o deberé llamar a seguridad—el mesero indicó, tranquilo. Y minutos más tarde, minutos en los cuales el silencio había reinado, Martín finalmente se marchó.

     —... Disculpen las molestias—se disculpó el moso apenado, volviendo a la barra y dejando a ambos amigos solos.

     —¿Quieres ir a casa?—observó con tristeza las lágrimas formándose en los ojos de Olivia. Rodando y dibujando su cara con delicadeza.

     No hicieron falta palabras, pidieron la cuenta, disculpándose por no haber comido el postre y saliendo del restaurante luego de unos minutos. El brazo de Alex sobre sus hombros, atrayendo su cuerpo hacia el suyo, mientras ambos caminaban de vuelta a casa de la castaña.

     —No te voy a dejar sola, no te preocupes—él murmuró, un pequeño beso posándose sobre su frente. Ambos entraron en el departamento de la menor, Olivia caminando hasta su habitación para cambiarse a su pijama.

     Las lágrimas salían desesperadas, sin consuelo alguno. Temía volver a sufrir aquel infierno nuevamente. Pero junto a Alex, sabía que nada le pasaría.

     "Te voy a cuidar toda la noche, nada te va a pasar mientras yo esté aquí". Él explicó, ambos sentados en el sofá frente al gran ventanal que dejaba ver toda la ciudad. La noche estrellada y algunas nubes decorando el cielo, junto a la luna.

     Blue hair sonando de fondo mientras ambos admiraban la noche, abrazándose el uno al otro, mientras una calentita manta se posaba sobre las piernas de ambos.

     Sabía que Alex la cuidaría durante toda la noche, y que en ningún momento se separaría de ella. Sabía que nada volvería a ser como antes y, que estando Alex junto a ella, no volvería a sufrir como aquella vez.

     Porque él realmente la amaba y no dejaría que nada malo le pasé.

★

18.03.23
© tubieja_entanga27