𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋 ; karl jacobs!

𝟎𝟎𝟒. midnight call

chapter four, angel
𖥻 004. llamada de medianoche

buenos aires, argentina
21.08.2007

       SOLLOZABA SIN PARAR. En silencio, en aquella triste y poco iluminada habitación, que tantos llantos y tristezas había visto. Entre aquellas cuatro paredes, de un lindo tono grisáceo, las lágrimas de Olivia se iban terminando.

     ¿Cómo alguien podía ser tan cruel con una niña de tan solo 6 años? ¿Cómo podía llegar a abandonarla tan sólo una semana después de su cumpleaños?

     Aún recordaba todas las veces que ambos jugaban juntos, pintaban y dibujaban, cocinaban ambos en la cena y se divertían cada día. ¿Qué había hecho mal?

     ¿Cómo fue qué de un día para otro, él la había dejado de amar? ¿Había hecho algo mal?
Recuerda cada una de las discusiones que sus padres tenían constantemente, cada día, tarde y noche. Pero solo aquel día quedó grabado en su mente para siempre.

     —¡Christian, la puta madre!—ella exclamó, frustrada.—No podes abandonarla así como si nada, como si de un trapo sucio se tratara. Olivia no tiene la culpa de nada.

      ''Olivia no tiene la culpa de nada.''

     Cada palabra, cada llanto, cada lágrima perdida que recordaba como si fuera ayer que sucedió.

     —¿Qué es lo que no entendés, María? ¡¿Qué es?! Te dije miles de veces que ya no la amo, ya no te amo—exclamó,—Olivia me tiene harto, me arrepiento muchísimo de todo lo que viví junto a ella—soltó furioso, tomando su abrigo y saliendo de la casa, dejando un portazo.

     Y nuevamente, ese inquietante e incómodo silencio. Reinaba cada centímetro y cada rincón de la casa. Dejando oír poco a poco los bajos sollozos de la pequeña niña adormilada.

     —¿Livie?—su voz sonó suave, rota, a comparación de como antes se le oía. A pasos lentos, se acercó a la niña, quien frotaba sus ojos llenos de lágrimas.

     —¿Y papi? ¿Va a volver?—rota, no había otra palabra que describiera cómo se sentía en aquel momento.

     Odiaba el silencio que siempre aparecía en los peores momentos, siendo nada cómodo y tranquilizante. Odiaba ver a su mamá llorando luego de discutir con su papá. Odiaba creer que era su culpa.

     —..la verdad, no sé si vuelva mi vida. Papi estaba...enojado—desvío su mirada. No podía verla con los mismos ojos luego de enterarse que presenció todo, luego de haber intentado todo para que siga estando en una linda infancia junto a su padre.

     Porque al final, nada era la culpa de aquella pequeña niña triste.

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