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— Espera, espera... — la obligué a sentarse en el sofá, tomo una porción de pizza y la llevo a su boca mientras me escuchaba hablar — ¡¿Rara dices?! No he estado rara.
— Claro que sí, dices cosas que no entiendo y actúas diferente, como si...
— ¡Quiero follar, Roseanne!
Mi paciencia había llegado a un punto donde yo no aguantaba más nada, grite hacia ella, ganando que se atragantará con un poco de pizza, tosió sin poder creer mis palabras y me observo como diciendo "¿hablas en serio?" ¡Claro que lo hago! Quiero que sea ella quien se lleve mi primera vez, y quiero ser yo quien me lleve la suya, ya no puedo jugar más a la inocente, me harté de fingir que era dulce, solo quiero tener sexo.
¡¿Es mucho pedir, Dios?!
— J-Jen . — dejó la comida de lado, tome eso como una invitación para qué me sentará en sus muslos, bien fornidos, quiero que me ahogue entre ellos. Acaricie su cabello con un mohín en mis labios — Bebé...
— ¿Por qué eres tan tonta? Me haces sentir mal, creí que tenías a otra o que te gusta el pito.
— ¿Qué me gusta el pito? — rió — No y no, no tengo a otra ni me gustan los pitos, pero pensé que tú no estabas lista, creí que era algo importante para ti y deseabas hacerlo en un momento especial.
— Justo porque es importante para mi quiero que sea contigo, todo momento a tu lado es especial. — Una sonrisa tímida escapo de entre los labios de mi novia, beso mi mejilla y yo me deje caer en su hombro, sintiendo sus caricias — He pasado todo un mes tratando de conquistarte, pero nada ha funcionado.
— Ah... ahora entiendo, pero por tu culpa he tenido muchas erecciones. — ¡¿En serio?! — levanté mi cabeza rápidamente para verla con emoción. Las mejillas de Rosé se volvieron rojas, asintió con vergüenza.
¿Será que puedo provocar otra justo ahora?
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