02: El Chico de la Cabaña

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Hwang Hyunjin nunca imaginó encontrar un Floricultor.

Desde que Hwang Hyungsik descubrió que era un Come Flores, le dejó claro que era casi imposible que su necesidad fuera saciada algún día. Los Floricultores estaban desapareciendo y eran criaturas frágiles ante los Come Flores cuya necesidad los volvía irracionales y cultivadores obsesionados con la inmortalidad.

Hyunjin no quería convertirse en ninguna de esas opciones. Por ello, trabajó incansablemente desde muy joven para fortalecer su núcleo dorado y así poder censurar esa necesidad.

El líder Hwang le ofreció en varias oportunidades comprar flores en algunos lugares especializados en comercializar bienes de lujo, pero Hwang Hyunjin, temeroso de que algún Floricultor resultare herido por eso, se negó rotundamente. Desde que fue consciente de su naturaleza, supo que su madre había sido una Floricultora y no pudo evitar pensar que la muerte de sus padres estuvo relacionado a eso.

Nunca esperó encontrar un Floricultor solo en medio del bosque de Gusu Lan. Por lo tanto, sus instintos se hicieron cargo cuando el aroma más delicioso a gencianas despertó ese tipo de apetito en particular con el que luchó toda su vida.

 Motivado por la curiosidad, Hyunjin se acercó a la solitaria cabaña para saber quién podía vivir allí cuando sintió el aroma. Sin poder pensar claramente irrumpió en la cabaña solo para encontrarse con la persona más hermosa que había conocido en su vida, apuntándole valientemente con una espada. 

Su rostro se le hacía familiar, pero antes de pensar en el porque, noto los brotes y finas ramas con gencianas entre el cabello trenzado del joven y rodeando sus brazos entre sus túnicas.

Hyunjin trato de calmar al joven, pero se veía demasiado asustado y entendia la razón. Ahora la cabaña solitaria lejos de Gusu tenía sentido.

Estaba por irse, a pesar de que deseaba saber más sobre él, pero lo vio desvanecerse por el cansancio...O esperaba que fuera por eso y no por miedo. Sus rápidos reflejos le permitieron atraparlo antes de que cayera al suelo. Luego lo cargó y llevó hasta un sillón.

 El aroma llenó sus fosas nasales, su boca se hizo agua y su estomago gruño de necesidad. Tocando suave y reverentemente una de las flores azules, se preguntó cómo sabrían. Sin embargo, en cuanto la idea golpeó su mente, alejo su mano horrorizado consigo mismo.

No iba a lastimar a ese Floricultor.

Terminando de instalarlo cómodamente, Hyunjin se preguntó si debía irse. Pero, ¿Si el joven estaba enfermo? Le dijeron que los Floricultores solían ser débiles porque la producción de flores absorbía mucha de su energía.

El chico en realidad no parecía frágil. Él era hermoso, su piel se veía saludable y suave como el más fino jade. Las flores brillantes de sus brazos y cabello lo hacían todavía más delicado y etéreo.

Mientras pudo observarlo bien, se dio cuenta que se parecía a Lee Minho. Sus ojos cuando estaban abiertos y mirándolo con recelo, habían sido dorados. 

Entonces recordó los rumores sobre el pequeño hermano menor del futuro líder que murió a temprana edad. Se decía que sucedió por una enfermedad antes de que su núcleo se conformara.

Hyunjin supuso que mintieron para protegerlo y se sintió aliviado de que aquel bello joven tuviera gente tan poderosa que lo respaldara. Pensó en esto mientras buscaba comida para él, por suerte encontró algunas frutas y las dejo a su alcance.

Decidió esperar a que despierte con la esperanza de que al ver que estaba sano y a salvo, perdiera el miedo, de lo contrario se iría de inmediato. Mientras esperaba recorrió la cabaña y confirmó sus sospechas sobre el chico siendo un Lee.

Un pequeño Cuadro en la pared vio un dibujo de tres personas claramente dibujadas por un niño. Uno de ellos sin duda era el gruñón e intimidante líder Lee Junho, con su habitual ceño fruncido. El otro era un sonriente y amable Lee Minho. Ambos con sus cintas en la frente y la tercer persona era el mismo chico con sus flores y su espada.

Sonriendo con ternura por la imagen y aliviado de que realmente no estuviera en problemas, recogió la espada que cayó al suelo y al tocarla noto, con gran sorpresa, que el chico poseía un núcleo dorado. Sin duda aquella espada era un arma espiritual.

- Lo siento - Hyunjin murmuró a pesar de que el Floricultor continuaba dormido y no podía escucharlo. Luego, enfundó la espada y la dejo a su lado.

Ahora realmente sentía curiosidad.

Por lo que sabía de los Floricultores, el cultivo les era casi imposible porque la producción de sus flores demandaban toda su energía. Si este chico había podido conformar un núcleo sin duda era alguien excepcional.

Poco después, el chico comenzó a moverse y Hyunjin se alejó de él todo lo que la habitación se lo permitió sin salir de su campo de visión.

El chico era realmente atractivo. Hyunjin se encontró desviando su mirada hacia su cuerpo esbelto y tentador. Pero, cualquier pensamiento lascivo desapareció cuando en un instante volvía a ser apuntado con la espada.

- Calma, no tienes que tener miedo, no quiero hacerte daño. Tuve mi oportunidad y no lo hice.

El chico respiraba pesadamente. Sus flores parecían querer moverse como antes. La mano que sostenía la espada seguía temblando. Sus ojos dorados brillaban con miedo, pero al mismo tiempo con decisión. Sin duda lucharía hasta su último aliento si intentaba dañarlo y Hyunjin estaba impresionado con eso.

- Mira deje comida para ti, come algo y luego, si quieres, puedes retarme. Te dejare mi espada si eso te hace sentir más seguro.

- Eres un Cultivador - el chico lo acusó como si fuera la peor basura del mundo.

- Si, uno muy bueno.

- Quieres mis flores.

Hyunjin sonrió con tristeza.

- No quiero ser inmortal, ¿Quién querría ver morir a toda su familia y amigos? - el chico frunció el ceño, lo cual a Hyunjin le pareció adorable.

- Entonces, ¿Quién eres? ¿Qué haces aquí?

Hyunjin evitó mencionar que era un Come Flores para no espantarlo, por lo que se presentó formalmente.

- Soy Hyunjin, Hwang Hyunjin de cortesía. Estoy en Gusu por la conferencia. Soy de la secta Yunmeng Jiang, ¿Y tú?

La arruga entre los ojos del chico se profundizó, pero ya no parecía tan asustado como antes.

- Felix - respondió y Hyunjin sonrió, obviamente no quería que supiera con quien estaba relacionado. Aunque la cinta de su frente lo delataba.

- Muy bien, ya nos presentamos. ¿Quieres bajar la espada y comer algo antes de que te vuelvas a desmayar de nuevo?

- Vete.

Hyunjin suspiró exageradamente. - Esta bien, fuí descortés. Vendré a verte mañana. 

Yongbok abrió los ojos con sorpresa. - No, no regreses. Le diré a mi...No puedes volver.

- Claro que puedo, te haré compañía...te ves muy solo aquí. Probablemente tu tío y tu hermano no pueden venir por todas las responsabilidades de la secta. Las reuniones duran todo el dia y es muy agotador, por suerte yo estoy libre.

El siguió mirándolo sorprendido, confuso y nuevamente nervioso. Parecía a punto de volver a desmayarse, así que se fue.








El Chico de la Cabaña - Hyunlix (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora