Jimin siente que su matrimonio con Jungkook está destinado al fracaso, porque su marido no tiene ningún detalle romántico con él, por lo que siente que no lo ama y se siente demasiado inseguro de sí mismo. Pero todo cambia cuando empieza a recibir f...
Sin querer perder más tiempo Jungkook tomó el teléfono nuevamente y busco el número de una florería. Era hora de demostrarle a Jimin cuánto lo amaba, tenía dos meses para volverlo a enamorar.
Jimin estaba terminando de decorar un pastel cuando la campañilla de la puerta sonó anunciando un nuevo cliente, se limpió las manos en su mandil y salió al mostrador.
Un joven con un precioso ramo de flores le sonrió en cuanto lo vió.
—Buenas tardes, ¿es usted Park Jimin?
—Jeon Jimin —corrigió — si soy yo, ¿que desea?
—Firme aquí por favor —le dijo mientras le entregaba una tablet con el registro de entrega y también le pasaba el ramo de flores.
Algo confundido Jimin firmó.
—¿Quien las envía?
—Eso no lo sé, yo solo soy el repartidor, compromiso.
El joven se fue y un muy sorprendido Jimin revisaba las flores en busca de una tarjeta. Pensar que su marido había tenido el detalle de enviarle flores lo emocionaba, cuando encontró la tarjeta esperaba ver el nombre de Jungkook en ellas pero no fue así.
“No hay flor más hermosa que tú, pero espero que estás se acerquen un poco a tu belleza”
Atte: Tu admirador.
Ahora tenía mucho más dudas, ¿quién habría mandado las flores?
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