Capitulo 1 - La Sombra Nocturna

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Lisbeth

Mi nombre es Lisbeth, estoy apunto de cumplir 16, y desde que nací vivo en un centro de refugiados. Nunca supe quién fue mi madre, mucho menos mi padre, en realidad, no tengo idea de como era todo antes de la pandemia. Según los libros de historia. Hace 25 años una pandemia acecho el mundo entero, según muchos, fue "un virus creado por los chinos", el virus se dispersó alrededor del mundo, primero empezó como un simple resfriado, pero después se convirtió en un virus asesino, millones de personas murieron, hasta que se desarrollo una vacuna un año después, en el 2021. El virus empezó a ser controlado y al llegar el 2023 el virus estaba totalmente bajo control... O bueno, eso creyeron. La humanidad tuvo solamente... un año de paz, puesto que en el 2025 el virus volvió a resurgir, pero está vez no fue un simple virus... Las personas empezaron a contagiarse igual que antes, sin embargo no les atacó ninguna gripe asesina, en su lugar comenzaron a mutar, perdiendo la cordura, y convirtiéndose en máquinas carnívoras. El ejercicio trato de controlarlo sin ningún acierto, todo el mundo fue callendo.

Alrededor del mundo se abrieron Miles de bunkers, que después se llamarían centro de refugiados, dónde las personas poco a poco irían haciendo su vida de nuevo.

Yo soy parte de los niños que nacieron después de la epidemia, desde pequeña eh estado en este "Orfanato". Dónde habitan los demás niños que nacieron después de la pandemia, como yo.

Hoy es otra noche de lluvia, hay una temporada al año donde la lluvia cae sin parar en la noche, muchos la odian, pero... Para mí es hermosa, el sonido de la lluvia callendo y el olor a tierra mojada me relajan.

Mientras la lluvia cae y se desliza por el cristal de la ventana de mi habitación, doy lectura al periódico semanal el cual se puede adquirir gratis en la academia, este mismo es elaborado por el club de periodismo, los cuales reciben información directa de las fuerzas armadas.

"Destrucción en Laboratorio Del refugio 43"

Asi que no pueden cuidar un simple laboratorio-. Pensé mientras tiraba el periódico, estás noticias eran absurdas, como un refugio lleno de soldados que custodian día y noche cada metro cuadrado, perdia un laboratorio como si nada.

Me dispuse a ver la lluvia caer por la ventana, recordé las novelas que dejó mi antigua compañera de cuarto, la cuál desapareció sin dejar rastros, en realidad las novelas románticas no eran lo mío pero decidí leerlas por aburrimiento. En ellas relataban cómo una chica encontraba "El Amor de Su vida" en una noche lluviosa, bajo la luz de la luna. Por favor, como si esas cosas pasaran.

El día Siguiente llegó, y aquí estoy en clase de química, la clase estuvo aburrida y fue una eternidad, al terminar las clases salí del aula, dónde mi compañero Mateo me saludo.

Hola Liz!.- dijo este caminando hacia mi, Mateo era un poco moreno, ya que practicaba deporte bajo el sol a diario, un poco alto, de casi 1.68, si no es que más, tenía un cuerpo atlético, estaba un poco en forma, aunque no mucho, este Tenia los ojos azules y su cabello era rubio. Tenía un problema en los ojos, por lo que usaba lentes.

Hola.- conteste sin muchas ganas y seguí mi camino, de reojo observé cómo este se quedaba mirándome, sin darle importancia entre a mi habitación.

Al entrar me lleve la sorpresa de encontrarme con mi antigua compañera de cuarto, la cual también era mi mejor amiga.
Ella era un poco chaparra, Su piel era morena, y su cabello era negro, ella era la más fuerte del orfanato, o academia, antes que se fuera, obviamente.

Que diablos haces aquí.- le dije enfada, ya que me hizo pasar un mal momento al pensar que estaba muerta.

Espera...- dije al observar su ropa. Te Uniste a los rebeldes?.- le dije sorprendida. Los rebeldes era una organización que saqueaba y atacaba refugios para conseguir recursos y sobrevivir.

Hasta el Fin del MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora