Capitulo 3 ♡

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Alejandro Leone, conocido por su famoso apellido como el León de Italia. Sin embargo nadie conoce su rostro, no se sabe más de el que es millonario gracias a la suciedad a la que se dedican el y su hermano Darío y que a lo mucho tiene 6 años en el negocio de las drogas, sin embargo eso ha sido suficiente para continuar con el imperio que les dejo su padre antes de morir.

Roma, domingo~

-¡Te dije que lo hicieras!- Gritó ya molesto Darío Leone.- Pero crees que todo es solo tuyo, que no se te olvide que antes de que nuestro estúpido padre muriera podría haber sido de cualquiera de nosotros.

Alejandro sin importarle el reproche de su hermano estaba jugueteando con una mujer en un sillón de la sala, ambos se reían de cómo esta le pasaba por el abdomen una fresa con chocolate líquido.

-Maldición! Lo haré yo mismo entonces.- Darío tomo su arma y antes de que pudiera salir escuchó un sonido que reconocía perfectamente bien y eso le jodía bastante.
Era la CZ-75B de plata que le había robado Alejandro a su padre, el cuál nunca supo quién fué y se desquitó con Darío, a pesar de que este había intentado explicarle que no había sido el.

La mujer que estaba con Alejandro salió corriendo y lo único que se pudo escuchar fueron sus pies descalzos chocando contra el suelo.

-No te atrevas, te dije que no.- Alejandro sostenía el arma sin duda alguna.- Y eso no está a discusión Darío.

-Dejense de tonterías- Ordenó Leonardo (el hermano mayor de ambos) desde el otro lado de la sala en lo que leía algo en su computadora.

-Tu cállate, que si te hubieras hecho cargo del negocio tendríamos medio millón más de dinero.- Dijo Darío entre dientes esperando algún movimiento de su hermano pequeño.

-Dije que la trata de personas no está a discusión y así se va a quedar.- Alejandro volvió a poner el seguro del arma y la bajó.- Y recuerda que si padre no te dejó el negocio, fué por tu estupidez.

Darío solo gruñó y salió de la casa.

Alejandro más relajado le dió un trago a su vaso de whisky.

-No deberías beber tanto.

-¿Te preocupas por mí?- Alejandro sonrió en una extraña expresión de burla quizás, Leonardo no dijo más, solo siguió en su computadora.- ¿Por qué decidiste no tomar el negocio cuando padre te lo ofreció?

-Piensa en quién salvará a la familia si todo esto se va a la mierda.- Dijo con tranquilidad. Su voz tenía cierto toque que podía llegar a calmar a cualquiera, eso lo había sacado de su madre la cual era diferente a la de sus otros dos hermanos, en realidad medios hermanos.- Además, tu tienes más talento para todo eso, Darío es demaciado impulsivo y yo no tengo mucho de lo que se necesita.

-A decir verdad admiro eso de ti, pudiendo tener todo y dices que no tienes lo que se necesita, igual lo entiendo, dudo que yo podría llegar a ser abogado.

-Te falta responsabilidad Alejandro.- Leonardo cerró su computadora y subió a su habitación.

Después de eso todo pasó muy rápido, una granada calló cerca de las ventanas haciendo trizas todo a su paso, pocos segundos después todo era una completa guerra entre los hombres de los Leone y unos Alemanes a los cuales no les había llegado una mercancía.

Darío había logrado escapar, Alejandro fué gravemente herido por dos balas, una cerca de las costillas y otra en un hombro y Leonardo... Leonardo había sido aplastado por los destrozos que había dejado la granada.

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⏰ Última actualización: Mar 31, 2023 ⏰

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