Los sacrificios que haria por ti

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NARRA KAKUCHO

Pude notar como mis manos temblaban ligeramente y se formo un nudo en mi garganta, tenia miedo, ese tipo tenia un arma y por lo que parecia, hiba a matarme.

Respire con fuerza cuando senti el metal atravesando mi piel, mi vista se torno borrosa y senti un dolor desgarrador cuando mi cabeza impactó contra el suelo, estaba lleno de sangre, pero no era mi sangre, no toda, al menos.

NARRA IZANA

No se que paso, no recuerdo que paso, lo unico que recuerdo es que vi a kisaki apuntando a kakucho con un arma, recuerdo que mis piernas se movieron solas cuando corrí hacía él, recuerdo el dolor apoderandose de mi cuando mis piernas me fallaron y caí al suelo, recuerdo a kakucho a mi lado.

Todo el lugar se quedo en silencio despues del fuerte sonido de los disparos, no logré ver nada mas, no queria ver nada mas, kakucho estaba a mi lado, estaba herido y yo no habia podido protegerlo.

Fue como ver toda mi vida reducida a un instante a un momento, efímero, vacio.

*flashback*

–bienvenido pequeño.

Escuche la voz chillona de una mujer recibirme alegremente en las puertas del orfanato, lucia joven, ¿20? ¿25 años? Algo así, no es como que le prestara mucha atencion de todos modos.

Levanté la mirada y pude ver una pequeña silueta detras del marco de una de las blancas puertas del lugar, era un niño, un niño pequeño, feunci el seño al notar que este mismo tenia una gran cicatriz cubriendo su cara.

Note que me llamaban por lo que no le preste atención y pasado un rato me instale en el dormitorio que me dieron.

–izana! No hagas eso!

Un pequeño Kakucho me gritaba con los ojos llenos de lagrimas y la cara cubierta de nieve.

–ya, esta bien, lo siento–dije mientras le tendia la mano para que se levantara de el frio suelo del patio, era invierno, y a el nunca le ha gustado mucho la nieve, asi que logicamente se enojo cuando puse mi pie para que callera en ella.

*fin del flashback*

Despues de eso se nego a hablarme por 2 semanas.

Pude notar una lagrima deslizarse por mi rostro al ver todos aquellos recuerdos pasando frente a mi.

No queria morir.

*flashback*

–una pandilla?

Kakucho ciertamente no lucia del todo convencido con la idea.

–si, una genial, vamos, sabes que no puedo hacerlo sin ti–dije tomando sus manos entre las mias y mirandolo a los ojos a modo de suplica.

–...esta bien–dijo mientras soltaba un suspiro.

–eres el mejor!... gracias.– dije para lanzarme sobre el en un abrazo.

–no hay de que, despues de todo, no podrias hacerlo sin mi.

Sentí el calor subir a mis mejillas ante las palabras del contrario por lo que solo escondí mi cara en su cuello.

*fin del flashback*

Un abrazo... ¿hace cuándo que no abrazó a kakucho?

Extraño sentir sus brazos a mi alrededor.

Queria gritar, queria salir corriendo, queria llorar como un niño pequeño con miedo a los monstruos bajo la cama, queria abrazarlo y que las pesadillas se fueran, como antes.

No queria morir, no debia morir, no podia solo irme y dejarlo solo, le prometi que no lo dejaria solo.

Senti el panico y la desesperacion apoderarse de mi, ¡esto no podia estar pasandome! No ahora ¡mierda no ahora!

Mi mandibula se tenso y mis ojos se cristalizaron, tenia miedo, tenia mucho miedo, de verdad no queria morir ¡no quiero morir!

¿¡por qué demionios nadie hace nada!? ¡¿por qué se quedan mirando!? ¿¡ por qué no me ayudan!?...  ¿por qué no nos ayudan? 

¿Acaso fui tan mal lider como para que me dejen morir sin siquiera intentarlo?
¿Todos me odiaban tanto como para quedarse mirando mientras muero? Mientras morimos.

Mis labios tiemblan y mi mirada se dirige a todos lados, no puedo mover mi cabeza, y ya casi no siento mi cuerpo, pero aun asi me percato de un contacto con mi mano, era kakucho, la mano de kakucho.

Dejo de respirar al sentir su piel, él no, a él no, yo puedo morir pero el, por un demonio ¡él no! ¡que alguien lo ayude! ¡no me interesa si me dejan tirado aqui a mitad de la nada y mi cadaver se lo comen los cuervos! ¡que alguien lo ayude!... el no puede morir... kakucho no puede morir... mi kakucho no puede morir.

Pero no puedo hacer nada, siento mi alma salir de mi cuerpo, ya no puedo sentir mis extremidades, ni siquiera puedo sentir su mano sobre la mia, ni siquiera puedo ver su rostro porque mis ojos se paralizaron, intento mover la mirada, pero no puedo.

Estoy completamente confundido, siento como si olvidara todo lo que esta pasando, no quiero olvidarlo, no quiero olvidarlo a él.

Es como si de repente no pudiera pensar con claridad, ya ni siquiera puedo consentrarme en ayudar a kakucho, o en que estoy a punto de morir desangrado porque me disparó un chico de 14 años.

Es el fin.

Jamas creí que termiria así, jamas creí que mi vida terminaria así, tirado en el suelo a mitad de la nada, con kakucho, pero lo hará, no importa si lo quiero o no y lo unico que puedo hacer es esperar a mi propia muerte, no me queda mas que mirar al cielo.

Y lo hago, contemplo las constelaciones por ultima vez, una ultima vez, y de pronto, no puedo pensar en otra cosa, no puedo pensar en otra cosa que no sea las hermosas estrellas sobre mi, tan brillantes como siempre, y la luna, oh la luna, siempre adore verla por las noches, da una vista preciosa, lo unico que amo mas que verla, es a kakucho, amo ver sus ojos incluso mas de lo que amo cuanquier otra cosa.

Y a fin de cuentas, estoy feliz de poder morir haciendo algo que amaba, al lado de la persona que mas amaba.

NARRA KAKUCHO

Giré mi cabeza para verlo, su mirada cambió, se veía, vacia... se esta muriendo, Izana se esta muriendo.

Y de repente llegan a mi los recuerdos de todo el tiempo que pasamos juntos, recuerdo su manera de caminar, siempre tan segura, recuerdo su cabello blanco moverse suavemente por el viento del otoño, recuerdo sus suaves labios sobre los mios, recuerdo que jugabamso en la nieve por tanto tiempo que deje de odiarla, ahora me gusta, recuerdo sus brazos rodeando mi cintura y su mejilla contra mi espalda cuando andamos juntos en moto, recuerdo sus ojos violetas... nunca volvere a ver sus ojos violetas.

Siento como si mi corazón dejara de latir cuando mi teoria se corrobora, cuando siento su mano, ahora esta completamente suelta, ahora esta fria, fria como cuando tomaba la mia despues de jugar con la nieve, fria como cuando nos recostabamos sobre la hierba a contemplar la hermosa luna y el cielo estrellado en las noches heladas.

Paso el tiempo, nos quedamos ahi, la pelea termino, ran se acercó a nosotros y cerró mis ojos, ni siquiera me esforcé por abrirlos, no nesesito vivir si izana no lo hace.

Cuando tenia mas que tu memoria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora