Cuando tenia mas que tu memoria.

Las constelaciones de tus ojos

*2 semanas antes de la pelea de tenjiku*

NARRA KAKUCHO

Caminaba tranquilo al lado de izana, camino al centro de la ciudad, no mos detubimos hasta llegar a una gran puerta.

-de nuevo, gracias por acompañarme eres muy amable- repitio izana aun que eso ya lo habia escuchado varias veces en el camino.

-esta bien, no hay de que, igual y quiero conocer a tus amigos

-no son mis amigos... mi unico amigo eres tú- dijo esto ultimo en un susurro, pero lo escuche y no pude evitar que en mi rostro se dibujara una sonrisa ante sus palabras.

-bueno... entremos- dije para finalmente retomar el paso y adrentarnos en aquel gran salon, estaba bastante arreglado, había decoraciones por todos lados, aun que eso es lógico, es un baile.

NARRA IZANA

Kakucho y yo nos adentramos juntos al lugar en el que se llevaria acabo "el baile" al que me obligaron a venir, y al que yo obligue a kakucho a venir, el dise que lo hizo por voluntad, pero no le creo.

Caminamos hasta llegar a una mesa vacia y nos sentamos, uno junto al otro, paso el rato, comimos algo que la verdad no lucia del todo bien, algunos chicos me saludaron y en ocasiones, incluso tuvimos una corta conversación, la mayoria solo me pregunto por kakucho.

La noche pasaba lenta y las horas parecian eternas, aun mas eternas cuando kakucho desaparecía por momentos, mientras él estuviera conmigo, no me importaba que el tiempo dejara de moverse infinitamente.

Realmente me gusta kakucho, me gusta estar con el, me gusta su farma de ver la vida, tan peculiar que en ocasiones me sorprende.

Paso un rato más y finalmente comenzó la ya bastante mencionada "hora de el baile" todos tomaron a sus respectivas parejas y comenzaron a acercarse a la pista.

No fue hasta entonses que note la mirada de kakucho sobre mi, le devolví la mirada con una expresión confundida, a lo que el solo volteo para otro lado, entonces lo entendí.

-oye...

-si?- respondió volviendo a mirarme.

-te gustaría...ya sabes... bailar?

-amm si... claro- con eso pude ver como se levantaba y me tendía la mano, con ese brillo en los ojos que tanto lo caracteriza, la tomé, y al instante me estremecí al sentir el contacto de su piel contra la mia.

Caminamos lentamente a donde estaban los otros, y el puso su mano en mi cintura, mientras que yo envolví mis brazos alrededor de su cuello, sin decir una sola palabra, en un silencio delicado como el petalo de una rosa.

Fue extraño, fue distinto a cualquier baile que hubiera tenido antes, era como si mis pies se movieran automáticamente bajo el sonido de la musica.

En movimientos sutiles que se daban por si mismos, como si nosotros no fueramos necesarios, como si fueramos solo dos marionetas controladas por la pureza de un momento, etéreo como el tiempo.

Y vi sus ojos, sus bellos ojos, tan brillantes como la mas hermosa noche de luna, los vi hasta quedar atrapado, hasta quedar atrapado en cada una de las estrellas que se reflejaban ellos.

Y si bien es cierto que hay miles de personas con ojos hermosos en el mundo, no nesesito ver ninguno de ellos para estar seguro que quedarian completamente opacados al ser comparados con la belleza infinita plasmada en su mirada, tan unica como un copo de nieve, uno que solo una persona puede contemplar, y yo queria ser esa persona.

NARRA KAKUCHO

Pude notar la mirada fija de izana en mis ojos, no me incomodó para nada, adoro ver sus ojos, con ese color violeta tan suyo.

Bailamos por otro rato y luego nos sentamos, hablamos, comimos, y reímos, nosotros siempre reímos, eso es algo que me encanta, poder compartir sonrisas, porque a veces siento que con izana puedo compartirlo todo, siento que puedo compartir con él el mas secreto de mis sentimientos.

Es como si izana fuera un fragmento de mi alma, una parte de mi que me llena de vida cuando se alegra, una parte de mi que amo mas que a cualquier otra.