One Shot: No todo es miel

Orate I

¿Qué no han hecho por amor?

Llego cuando más lo necesitaba, desde ese momento jure que lo protegería de todo, estaríamos siempre juntos.

Madre era una mujer muy estricta, no le gustaban los errores, a cualquier falta no dudaba en usar su bastón, después del abandono de mi padre ya nada parecía tener sentido, se transformó en un ser cruel y hostil, hasta que lo conoció.

Estuvieron juntos un largo tiempo, en el cual se cortejaron, madre ni siquiera estaba en casa, por varias temporadas viajaban disfrutando de su mutua compañía, mientras ella reía yo me sentía sola, no quería ser egoísta, quería que madre fuera feliz.

Si ella era feliz, yo también ¿No?

En esas noches en las cuales me arropaba sola, me acurrucaba en su cama calmando mi soledad, tratando de convencerme de que su felicidad, era la mía.

Tiempo después contrajeron matrimonio, él vino a vivir con nosotras y en el siguiente otoño una nueva cara llego, al verlo tan pequeño e inocente supe inmediatamente que ya no estaría sola, ahora tenía a alguien a quien proteger, alguien a quien amar.

*🌻*

La mansión Haussmann, se encontraba de luto, la repentina muerte de lady Gladstone había dejado desconsolados a todos aquellos que la conocían, la gente no dudo en dar el pésame a los pequeños de tan solo 10 y 16 años quienes se quedaron al cuidado de una tía lejana, al invierno siguiente la tía también murió, pero ahora la mayor de los Haussmann con 17 años cumplidos tomaba las riendas de la mansión, quedándose como responsable de su hermano menor.

Quienes los conocían resaltaban las cualidades de ambos hermanos, sobresaliendo la mayor por su hermosura e inteligencia, no dudaban que sería una excelente y muy cortejada dama en un futuro.

10 Años después

—Acomódate ese sombrero -expreso con disgusto una mujer de cincuenta años mientras miraba con desaprobación a su sobrina. —Tienes que estar presentable, no puedes darte el lujo de andar por ahí así, si tu padre te viera, dios...-corto secamente su comentario.

Hinata parpadeo varias veces para evitar que sus lágrimas se asomara, ya no le quedaba nadie en el mundo, estaba sola. La alta sociedad era muy cruel, la gente murmuraba y criticaba a la menor falta, su madre había sido asesinada por su amante, el infeliz no se conformó matándola solo a ella, el infeliz tomo represarías con su pequeña hermana de tan solo nueve años, su padre decepcionado se encerró por varios días en su despacho acompañado de vino y licor hasta que se quitó la vida.

El amargo recuerdo aún estaba ahí, ante el constante señalamiento, las tías de Hinata consideraron que lo mejor para ella era marcharse, fue así como tuvo que soportar un largo viaje hasta Birmingham, seguido de unas extensas horas en carreta solo para llegar a Harrouk Park.

Ahí vivía una dama de gran reputación, Madame Derain la acogería en su mansión para cuidar de ella hasta que encontrara un excelente partido, esperaba que lo hiciera ya que era su única opción.

En palabras de sus tías ella necesitaba un influyente caballero que fuera capaz de borrar las habladurías de la gente.

—Hemos llegado, recuerda tus modales querida, no queremos que nos echen de aquí también -Hinata asintió, recordando la grosería de su tía hacia la señora Wells quien había sido su primera opción pero gracias a cierto incidente no dudo en sacarlas de su casa.

—Buenas tardes, mi señora las está esperando, permítame ayudarlas.

—Gracias -la voz dulce y refinada de su tía disgusto a Hinata.