Mi vida

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Cerrar los ojos y desear que... nada


Sasuke

El amor es un lío, lo sé porque llevo enamorado de una chica que nada tiene que ver con mis delirios de hombre exitoso. La conozco desde que tengo memoria, antes solo la miraba como la niña sin chiste, la tímida y torpe Hinata, nuestros padres tienen una larga amistad que nació en sus tiempos de escuela, eran tan inseparables que decidieron iniciar un pequeño negocio que con el pasar de los años creció. Fueron continuas las visitas familiares que organizaron entre ellos en las cuales pude conocerla mejor, antes el solo verla me desesperaba, era demasiado débil siempre pidiendo disculpas, o cayéndose. Pero sin que me diera cuenta, estaba a su lado consolándola o regañando a quien fuese el culpable de hacerla llorar.

 Pero sin que  me diera cuenta, estaba a su lado consolándola o regañando a quien fuese el culpable de hacerla llorar

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¿Cuando me di cuenta que estaba enamorado de ella?

La verdad ni yo mismo puedo decirlo con certeza, lo único que puedo decir es que mi corazón late con fuerza cuando pronuncia mi nombre, al pasar de los años ella se convirtió en la chica mas hermosa sobre la faz de la tierra, estudiamos el jardín de niños juntos, la primaria hasta la secundaria, en todo ese tiempo siempre estuve ahí, dispuesto a alejar a cualquiera que quisiera propasarse con ella o siquiera lastimarla, el primero que se dio cuenta de mis sentimientos fue mi hermano Itachi, quien no perdió tiempo en molestarme. Unos meses después de iniciar la preparatoria el tío de Hinata enfermo de muerte, su padre decidió viajar con toda su familia para cuidar de él, me sentí muy triste porque no la vería en mucho tiempo.

A solo semanas de que ella se fuera mi martirio comenzó, las chicas que no dejaba de fastidiarme solo acrecían mi malestar, pero eso cambio cuando llego un chico nuevo el cual para mi sorpresa era conocido de Shikamaru, comenzamos a socializar porque era muy sociable, demasiado sociable para mi gusto, al principio me caía mal porque era demasiado energético, demasiado interactivo, demasiado diferente, diferente a mi, siendo concreto era la versión opuesta de mi, encajamos bien haciéndonos los mejores amigos, gracias a él la carga de chicas locas disminuyo, porque la gran mayoría querían salir con él, mejor para mí, yo solo podía tener espacio para una chica en especial, la cual vería en las vacaciones de navidad.

Cuando llego parecía otra, estaba mas hermosa, ¡Dios! los años la beneficiaban porque parecía toda una mujer, la velada fue perfecta no perdí oportunidad de estar a su lado, nos contamos todo lo que habíamos hecho, por teléfono no era lo mismo, quise que conociera a mi nuevo y mejor amigo pero el idiota se enfermo por consumir dulces caducados. La escuela comenzó de la mejor manera posible, mi hermosa Hinata estaba de vuelta así que quise presentarla a todos mis conocidos entre ellos Naruto, tuve que hacerlo en varias ocasiones ya que el idiota olvidaba su nombre ¿Cómo alguien podía olvidar su nombre?

Hinata estaba algo diferente, demasiado distante, algo tímida, mas de lo que podía recordar, incluso una vez Itachi y Neji me contaron que Hinata estaba preguntando cómo seria la cita ideal de un chico, eso me dejo demasiado nervioso, pero fuera de eso ella estaba rara, cada vez que mis amigos y yo la saludábamos ella tartamudeaba hasta se sonrojarse, Naruto llego a decir que quizás era porque estaba enferma, con ese pensamiento la lleve a la enfermería, la arrastre por todo el pasillo hasta llegar a la puerta pero cuando la iba a abrir ella simplemente ya no estaba a mi lado, voltie para verla alejarse, decidí caminar a su lado, después de dar algunos pasos la tome del brazo y la hice mirarme sentía que era el momento apropiado para decirle mis sentimientos, pero no me dejo hablar.

One Shot: No todo es mielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora