El beso y la lengua entrometida.

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Era viernes, ya casi una semana desde que había salido por casualidades del destino con el profesor Daniel, y mi vida giraba en torno a ese hombre desde aquel día, habíamos salido el miércoles a comer helado, pero igual que el sábado, ni siquiera tuvo intensiones de besarme, yo tampoco quise parecer una loca necesitada, así que mi orgullo de mujer no me lo permitía, pero había algo más extraño aun, quería conocer a Daniel Isolani, quería saber quién era, no era un hombre común, era distinto a todos los hombres que había conocido. 

En la universidad todo estaba bien, catalina me pidió disculpas y dijo que casualmente también se emborracho el sábado y que su organismo estaba tan lleno de alcohol que tuvo que ir a la clínica y conoció una enfermera que también compartía su orientación sexual, al parecer la chica y ella estaban saliendo, lo cual me encanto fue una de las mejores noticias de la semana, en mi casa todo iba perfecto, Liam estaba más unido que nunca con Sofía, y mama y papa ellos eran sinónimo de alegría, lo cual me encantaba enormemente.

El fin de semana llego y con él una cita romántica, el domingo en la noche en un restaurante de comida griega estábamos Daniel y yo compartiendo un momento muy agradable.

-Diana, yo quería saber cómo está tu amiga Alexa.

Me sorprendió un poco su pregunta, pero de igual manera la respondí:- Alexa está estudiando artes y mantenemos contacto, pero la verdad casi no he sabido nada de su vida personal.

El hizo un gesto de preocupación. –espero que la madre de tu amiga haya tomado la decisión correcta de demandar al bastardo que quería molerla a golpes.

Como pude olvidar ese incidente. Asentí: y reproche- claro que tomo la decisión correcta y creo que también aprendió a elegir con quien salir.

Después de terminar nuestra cena, salimos a un parque a caminar, como quien dice aun no me quiero marchar a casa, el lugar era verdaderamente hermoso tenía muchas fuentes que rodeaban una gran escultura que hacia honor a la independencia, habían grandes jardines con flores de muchos colores, postes con lámparas en su parte superior de diseños increíbles y globos aerostáticos no tan grandes, no eran para volar, eran para adornar el parque, y sí que lo hacían bien. Aun había mucha gente admirando la belleza de parque y más que todo parejas que al parecer se veían muy enamoradas. Me tomo de la mano y dijo: Diana, yo quiero una foto. Y me tomo del brazo, lo seguí rápidamente, entramos al globo aerostático y el dueño de la cámara asintió feliz y exclamo:

-bueno, bella pareja, ¿cuantas fotos?

Reímos, por unos segundos y dije, -tres fotos por favor.

La primera foto fue una muy normal los dos juntos riendo, la siguiente fue una donde Daniel me cargaba de manera extraña y hacíamos muecas raras, cuando nos preparábamos para abrazarnos dijo el camarógrafo.

-Hombre, bésala ya!!

Daniel, me miro con una simulación de risa casi perfecta, y yo estaba muy sonrojada.

-Diana, eres hermosa, muy perfecta. Sus ojos estaban en trance con los míos y de pronto paso, el me beso como si todo dependiera de ese acto, sentía tantas cosas dentro de mí, decidí subir mis manos a su cuello y aferrarme a él. Pero como Daniel está loco de remate, me alzo por encima de él y yo volví a buscar su boca, volvió a sorprenderme cuando me bajo y me dio un giro inesperado y quedé dándole la espalda el busco mi cara y beso mi frente. El fotógrafo solo seguía haciendo su trabajo.

-bueno encantadora pareja que fotos quieren que les entregue, dijo. Luego de voltear y mostrarnos la pantalla.

-las queremos todas, dijo Daniel.

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⏰ Última actualización: May 26, 2015 ⏰

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