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Keiichi Kuzuryu era un hombre que con su trabajo como abogado junto todos los disparates en su cabeza, lo mantenían alejado de cualquier contacto que involucrará una amistad o relación decente que este podría llegar a experimentar, no fue hasta qu...

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Keiichi Kuzuryu era un hombre que con su trabajo como abogado junto todos los disparates en su cabeza, lo mantenían alejado de cualquier contacto que involucrará una amistad o relación decente que este podría llegar a experimentar, no fue hasta que una vez tuvo un trágico accidente automovilístico y entrará a esas tierras extrañas llamadas "The Bonderlands" en ese lugar había conocido a más gente que le abrirían la mente, sufrir sucesos que lo llevarían al borde de la muerte y ver cómo las personas dejaban salir lo que en realidad eran sin vergüenza alguna, algo que en el mundo real solían ocultar con una sonrisa y sus fingidas buenas acciones para quedar bien con la sociedad.

Pero en ese lugar conoció a un chico, peli blanco y bajito, interesante y lindo, con el quien solo logró participar en varios juegos juntos, solo era cuestión de algunas conversaciones para que el chico estuviera al tanto de la atención de Keiichi, Chishiya Shuntaro, un especialista en diamantes quien su fuerte era el poder observar a través de todo, incluso a través de la piel de Keiichi.

Muchas cosas de el mantenían al de lentes en las nubes, tal cual como su personalidad tranquila, pareciendo querer decirle a todos que el tiene la respuesta y ellos no, sus estrategias que para una persona normal solo un loco las imaginaria pero para Shuntaro era algo fácil y simple, su rostro que la mayoría de veces se mantenía serio podía llegar a interpretarse como una pequeña sonrisa en sus labios.

Realmente le costó mucho admitirlo pero gracias a las palabras de una mujer reciente que conoció, Mira Kano, lo hizo darse cuenta que de alguna manera se sentía atraído por ese chico de forma romántica, algo que parecía muy chistoso ante sus ojos, ya que, en este mundo el amor no era del todo bienvenido, en general, sentir cariño por alguien podría ser algo peligroso si querías proteger tu estabilidad emocional, pero en ese caso se trataba de un chico al quien la suerte e inteligencia estaban felizmente de su lado, en cambio el, se desanimaba rápido y en cualquier momento decidiría rendirse, pero el ni para eso tenía ganas.

Kyuma y Mira sabían de esto, y ambos no dejaban de molestarlo al respecto, mientras la peli negra tenía casi siempre la necesidad de lanzarle sus verdades a la cara, Kyuma se emocionaba y no paraba de crear poesías con tonos musicales, y Shirabi... No se sentía con la necesidad de saber esa clase de cosas.

El de lentes siempre se encontraba leyendo uno que otro libro en el lugar donde siempre se reunían los cuatro, antes la peli negra solía jugar ajedrez con el, mientras que el nudista y el mercenario hacían calentamiento, al poco tiempo Mira decidió también unirse a ellos dejando que Keiichi solo observara.

Lo que el no esperaba, es que de un día para otro Chishiya Shuntaro se uniría con ellos en sus reuniones, tampoco es que hablará mucho, al igual que Keiichi solo veía como los otros tres hacían sus actividades y pocas veces lanzaba una que otra palabra, pero si se lo preguntabas a Kuzuryu, se sentía realmente cómodo con la presencia del hombre que atrajo su atención.

Hoy era uno de esos muchos días, ya llevaba exactamente casi 3 meses ahí, y la segunda etapa ya había comenzado hace apenas un 1 día, la mayor parte del tiempo se dedicaba a pensar en cosas que involucraran su pasado, leer, o simplemente merodear por el lugar, no obstante hoy decidió sentarse en una banca y disfrutar del cálido clima, ni muy frío ni muy caliente, el perfecto si solo querías tomar aire fresco.

Según las puesta de sol eran entre las 6:00pm y 7:00pm por lo cual, la gran estrella estaba a nada de ponerse, creando un lindo color anaranjado azulado, se sentía realmente aburrido sin nada que hacer, así decidió que ese mismo día se iba a enfrentar a un juego, a uno de diamantes.

Cerró sus ojos con delicadeza apoyando su cabeza contra sus manos juntas y cerradas, sintiendo como el aire cálido golpeaba su sien.
Lo que no esperaba el era ser sorprendido por un dedo tocando su espalda, dando un quejido de sorpresa antes de voltear su cabeza y encontrar al gato blanco de nombre Shuntaro detrás de él con una sonrisa y una carta de Jack de diamantes en su mano, dejándolo a la vista como si estuviera presumiendosela.

-Chishi...ya, ¿Qué haces aquí?- Calmo su expresión al igual que su voz, volvió a mirar el paisaje mientras el otro se sentaba al lado de el.

-Nada, simplemente no tengo con quien pasar el rato, y tu eres el único con el quien he charlado- Keiichi se sonrojo ligeramente ante lo dicho, pero miro directamente hacia su mano observando la carta del Jack de diamantes.

El peli blanco noto la mirada del contrario sonriendo mientras cerraba los ojos -Todos murieron- soltó repentinamente.

-Siempre hago que los participantes se rindan, cuando siempre tienen la clara batalla en sus manos siempre mueren por mi- "Creo que tal vez sea por tu belleza" de forma inesperada esa frase cruzó por la mente de Keiichi, sacudiendo ese pensamiento se sonrojo un poco más.

-¿Y tú?- Su momento fue interrumpido por el otro quien ahora lo miraba a el. -¿Has ya participado en un juego, mmh?-

-No, estoy pensando en hacerlo hoy, con el rey de diamantes quizás- Chasqueo la lengua.

El cielo se empezaba a poner más y más oscuro, alguno de los juegos estaban por empezar y que ya no tenía tiempo que perder, levantándose dificultosamente mientras sentía como sus huesos se estiraban al estar tanto tiempo sentado siendo perseguido por la mirada del contrario.

-Kuzu, te diré algo cuando salgas vivo del juego y si mueres haré que tu alma se quede con la intriga, así que suerte- Chishiya deseándole la suerte a alguien no era muy común pero lo apreciaba, así que trataría de salir vivo de ese juego para que su alma como dijo el peli blanco no quede con la intriga.

-No hay manera de que no salga vivo-

-No hay manera de que no salga vivo-

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𝘙𝘦𝘺𝘦𝘴 𝘋𝘦 𝘋𝘪𝘢𝘮𝘢𝘯𝘵𝘦𝘴 #.𝐊𝐔𝐙𝐔𝐒𝐇𝐈𝐘𝐀˙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora