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-¿La Playa?- Se escucho la ligera voz de unos de los presentes en el lugar, lleno de miles de pantallas iluminadas cegadoramente, mostrando lo que sucedía en el exterior de Borderlands.
-Realmente era un loco, planeaba armar una utopía que creara esperanza hacía la gente- Dijo el de lentes. A pesar de que ambos hombres se encontraban solos, sus voces eran muy silenciosas, en general, el lugar se encontraba en silencio, cualquier ruido que se cometiera sería manifestado de vuelta con un eco.
-Yo planeo infiltrarme, creo que es un buen lugar para comenzar- La voz de Keiichi sonaba segura pero con una pequeña pizca de duda. -Por supuesto, no planeó dejar mis deberes como ciudadano, me las arreglare para desaparecer antes de la segunda etapa- Mientras lo decía, fue seguido ahora por la mirada curiosa del peli blanco.
-Suena divertido- Dijo Shuntaro con una sonrisa en su rostro. -Yo... Iré contigo- Finalizo con ambos mirandose.
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-Definitivamente estaba loco- Carcajeo Shuntaro, saliendo de una arena de juego junto a Keiichi, dirigiéndose hacía el auto.
Ambos eran ciudadanos de Borderlands, y ahora, cumplían con su deber prometido de estudiar la humanidad, como niños curiosos observando un hormiguero, disfrutando su sufrimiento mientras ellos solo miran.
Se infiltraron como jugadores para poder ingresar a una utopía llamada "La Playa" creada por ese sombrerero demente que solo armo un ejército para poder llevar a los jugadores a una falsa verdad, algo realmente estúpido pero divertido ante los ojos del peli blanco.
-Ese lugar se destruirá... Cuando el 5 de corazónes llegué...- Y al ser ciudadanos, ambos tenían acceso a toda la información sobre todos los futuros juegos, Shuntaro sabía que uno de esos juegos se ambientarian en La Playa, uno de corazónes.
-Recientemente... Los juegos de corazónes se están poniendo un poco más intensos, yo creo que algo más pasara cuando llegué ese día- Dijo el lentes a la par que ambos se subían al auto negro, seguido por la mirada de Shuntaro.
-Cierto! Ese lugar guarda muchos secretos, tal vez algo más interesante llegue a suceder cuando ese juego haga su trabajo...- Dijo con entusiasmo el peli blanco mientras se sentaba en aquel asiento delantero al lado de Keiichi. -No puedo esperar-
