Fate/Sonic Zero

The END

La oscuridad acecha Fuyuki 

La cúspide de la guerra del santo Grial ha llegado al borde de su fin, y todo termina por una orden final, y un grito.

— Por mi tercer hechizo de comando, te lo ordenó otra vez...

— ¡Detente!

— Saber, destruye el Santo Grial

La luz sagrada de la más grande de las espadas sagradas cortó el grial, desencadenando los males del mundo causando un incendio que más tarde se conocería como el Incendio de Fuyuki

Había llegado tarde

Era la cosa viva más rápida del universo y aun así no pudo llegar a tiempo para purificar el grial cuando el grial menor se hizo presente. Era arrastrado por un sin fin de cientos de miles de millones de maldiciones de la humanidad, adoptando la forma de un barro malicioso que consumió y arrastrado toda las personas que tuvieron la mala suerte de estar cerca 

Kiritsugu Emiya veía horrorizado lo que había hecho y lo que había provocado siendo impensable. Lo único que lo mantenía cuerdo, era la desesperación de encontrar algún sobreviviente

Nada. Todos estaban muertos. Era como si todo lo que tocara se marchitara en sus manos y murió como todos sus seres queridos. Solo podía correr y entrar más en el incendio, rogando a cualquiera que hubiera una sola persona con vida, pero parecía que todos sus intentos fueron en vano

Hasta que lo vio a él...

Un niño caminando por un campo en llamas, mientras la ciudad se hacía cenizas, y los muros de llamas y los edificios colapsaban...

— No! — grito el Magus Killer cuando vio un edificio colapsar sobre el niño que caminaba por este infierno

Como si se estuviera sujetando de sus últimas esperanzas, trato de escavar y sacar los escombros que había caído sobre el niño que se encontraba debajo. Para su construcción de humano, le costaba sacar los escombros más pesados y parecía casi imposible sacarlos todos

Encontrándose frustrado, solo podía maldecía al Dios que contaminado al grial, pero una mano llegó inesperadamente para levantar como si fuera una pieza ligera las columnas y construcciones más grandes con tremenda facilidad

Kiritsugu se encontró sorprendido cuando una enorme sombra cubrió su cuerpo y se encontró a los ojos con unos grandes colmillos, un par de brillantes ojos verdes y unos brazos enormes con garras tan afiladas como cuchillas. No sabia lo que era, pero era intimidante, feroz, grande y especialmente monstruoso, pero tenía certeza que hasta ahora no lo mataría, porque si quisiera, ya lo hubiera hecho

— Sálvalo... — el monstruo habló presentándolo con una voz ronca y áspera mientras levantaba el último de los escombros dejando entre vez el cuerpo del joven que aún se aferraba a la vida. 

El monstruo observó una luz sostenía en las manos del hombre, respondiendo con un molesto ceño fruncido como si lo que sostuviera le desagradara y le molestar. Sin importar lo hermoso e irrompible que sea Avalon, para el monstruo, esa vaina va en contra de sus principios y lo rechaza profundamente

— Pff, eternidad — una vida finita es más hermoso que la eternidad. Declararía abiertamente que hasta una flor con una corta vida es más hermosa que Avalon: la Utopia Siempre Distante

Y sin embargo, fue la solución para salvarle la vida al introducirla a su cuerpo como un nuevo órgano. El Master de Saber lloraba y hasta sonreía de profunda felicidad al ver que se había salvado, pero podía ver tras esa sonrisa, que la verdad, quien de verdad se había salvado de este infierno, no fue nadie más que él