Capítulo 28

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"LA MANZANA DE LA DISCORDIA"

El ambiente era tenso después de ese incidente. El clima era demasiado frío, por lo que Lisa se había encerrado en una de las habitaciones de la cabaña.

Sus pensamientos no la dejaban sola, eran contaste que la hacían recordar las palabras duras de Jennie.

- ¿Porque estoy así? Ni siquiera me dignó en verla a los ojos... lo peor que la nieve se ciegue acumulando, esto será la peor tortura.

- .... Tengo que pensar rápidamente, no puedo seguir en el mismo lugar que ella estar con ella me hacer pensar irracionalmente.

Los pensamientos de Lisa, solo podía recordar las palabras de Jennie. Cada palabra era marcada constantemente sin excepciones... eran profundas y punzantes palabras que la hacía remortificar cada palabra.

<< No te use, fue un trato>>. Es lo que podía recordar de las palabras de Jennie, sin poder pensar con claridad.. para ella eran sus únicos pensamientos más "importantes" .

- [... ¿pero, porqué empezó todo ésto? Si se supone que soy un agente encubierta, al cuál ella odia como yo la odio. No debemos tener algún sentimiento, no hay razón para sentirse traicionado.... no tengo razones para sentirme así. Cuándo salgamos de aquí podre regresa y finalmente tomar su puta cabeza].

- [Estamos en una relación en donde obtenemos lo que queremos y terminemos lo que ya usamos. Somos un tira y afloja. Desde que nos conocemos no hubo ningún cambio....]

- [Pero.... ¿podre tratar de la misma forma a Jennie cuándo regresemos? Quizás yo... llegué a pensar que podía obtener alguna felicidad que provenía de ella]. -pensativa-.

- ¿Eh?

- ¿Que fue eso?, vino de donde se encuentra Jennie... no estará haciendo nada raro, ¿verdad?

La curiosidad de Lisa la hizo llegar hasta donde se encontraba Jennie.

Mientras Jennie quién se encontraba curando su propia heridas, se podía ver su espalda demasiada marcada y llenas de cicatrices... cada cicatrice era de algún secuestro o de algún encuentro de algunas mafias.

Pero no dejaba de la gran sensualidad de ella. Quién tenía una cintura en forma de reloj de arena, y su abdomen marcado.

-Mirar-. [ ¿Se está curando sola? Le dije que podía ayudarla, porque es una persona tan obstinada... y lo está haciendo solo otra vez.... que tal si yo...]

-Cerrar-.

- ...?! [¡De ninguna manera! No hay ningún razón para que me sigan encargado de ella; solo miren lo hace muy bien sola¡pues que lo siga haciendo sola!].

- [Después de todo debemos mantener nuestra distancia, de todos modos esto ya acabara una vez que regresemos a Seúl].

Lisa no podía resistirse más, mientras apretaba sus labios para impedírse entrar. Cuando miro ella había tirado la puerta, para luego quitarle la gasa y comenzarla a curar.

- Yo puedo hacerlo sola, no necesito ayuda, no te preocupes por eso Lys.

-Firme-. Yo también puedo sola, entonces porque no te callas y me dejas hacerlo.

𝔇𝔲𝔩𝔠𝔢 𝔭𝔢𝔠𝔞𝔡𝔬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora