Estocolmo (Magto)

02

La castaña no era de preocuparse demasiado por todos pero era diferente cuando se trataba de su mejor amigo, hace poco que el había vuelto y sin mas mencionó que se tomaría un tiempo de todos, ella no se quejó, pues no es muy divertido volver y enterarte que absolutamente todos te odian. Te desprecian.

El caso era que ella no sabia en que lugar se podría encontrar actualmente y eso le preocupaba demasiado.

El simple hecho en pensar lo indefenso que podría estar ante una bestia le hacia sentir mal. No la malentiendan, ella sabe que si el felino pone toda su valentía puede derrotar a cualquier cosa que se le enfrente, pero de todas formas tiene miedo de lo que puede pasarle estando solo, No quiere perderlo.

No otra vez.

A lo lejos en una casa cerca del bosque se encuentra un gato escapando de la morada, huyendo de quien ahora consideraba un monstruo, otra persona mas del montón que solo quería hacerle daño, había aprovechado que aquel chico se encontraba dormido para escapar pues le dejo la puerta de aquella habitación hecha de piedra abierta, aprovecho para huir, huir muy lejos y nunca regresar, escapar para nunca volver a hablar con el.

Pero aquel intento de escape fue interrumpido por el sonido de las ramas tronar, paro de correr moviendo sus orejas gatunas de un lado a otro escuchando los pasos solo un poco lejos de el.

- Cap, regresa, no te lastimare, lo juro -

Trago en seco.

Realmente estuvo a punto de preguntar si era verdad, si no mentía al decir que no le haría daño, pero su lado instintivo fue mas rápido, aquel instinto le hizo retroceder lentamente para después solo correr, correr tan rápido hasta que sus piernas dolieran. Siendo perseguido por la bestia.

En un pequeño accidente Gato resbaló con las hojas que se encontraban bajo de sus pies, cayendo de cara, sentía un ardor en su rodilla, pero sin importarle se levanto del suelo un poco rápido, lo único en lo que quería pensar era en correr, escapar de el pero las lagrimas salían de sus ojos.

Lagrimas que salían por el simple hecho de haber sentido una mano sobre su hombro, llora de la impotencia, tuvo aquella oportunidad de salir de lo que parecía la entrada al infierno pero por su torpeza resbaló, resbaló de la manera mas estúpida posible. Por su propia culpa.

Sin mas volteo lentamente apretando sus labios mirando los ojos negrizcos de su adversario que solo se esforzaba en apretarle los hombros con fuerza y dedicarle una sonrisa sádica.

El felino noto como las iris de su contrario cambiaban de color de un momento a otro, del oscuro negro de la noche al mismo color naranja que poseía la lava, solo que con tonos mas rojizos. Una lucha entre la oscuridad total y la lava, ganando aquel naranja rojizo.

Lo único que se escuchaba del castaño eran las suplicas, las disculpas entre tartamudeos y lagrimas que le ofrecía al de cabello anaranjado, quien ahora solo lo cargaba sobre su hombro, caminando con total lentitud a la casa en medio del bosque.

A Gato le esperaba lo peor, una tortura.

Gracias por leer, perdón lo corto que quedo lo escribí en las clases así que no tenia mucha imaginación.

Si tengo algún error ortográfico no olviden mencionármelo, me ayudarían mucho.