10) Nadie puede salvar a los hombres lobos y las hadas excepto un Malfoy

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Nota de la autora: Lamento mi demora en actualizar, tuve unas semanas súper movidas entre la convención de Harry Potter, así que recién ahora me pude poner a escribir este relato que tanto amo, no lo dejaré en banda y por eso acá les traigo otro capitulo más de esta bella historia, que significa tanto para mí, ¡¡¡¡Feliz lectura!!! y gracias por leer y seguir mi historia.


A la mañana siguiente, la primera en despertar es Hermione, que ruborizada como esta intenta salir de los brazos fuertes de Malfoy, no sabe cuando termino durmiendo en el pecho de él, ni porque el rubio la tiene bien sujeta como si temiera que desapareciera si no la agarrara bien fuerte contra él.


Recuerda las pesadillas del rubio y todo lo que le dijo, la promesa de que siempre la protegerá para todo y que nunca más permitirá que se ponga en peligros innecesarios, ella solo tiene tiempo de suspirar y pensar en cuantas pesadillas más tendrá en su haber y si podrían comentar las de ambos para ayudarse mutuamente, porque sabe lo dolorosas que pueden llegar a ser.


Al final logra salir de sus brazos despacio, usando un simple hechizo de "des sujeción" que hace que pueda deslizarse de su pecho al fin, nota como el rubio se gira para dormir y puede ver sus cabellos desperdigados en la almohada y sus partes traseras, ósea su cola, apenas tapada por la sabana, es de un blanco parecido a la nieve del invierno y no sabe porque se fije en él de esa manera, se pone colorada al instante y tarda mucho en desviar la mirada de esa fruta prohibida, como si la llamara de alguna manera especial que solo Hermione pudiera entender si quiera.


Niega con la cabeza, aun roja como un tomate y se dispone a hacer el desayuno, intentando no pensar en las partes de Malfoy y lo muy indecoroso que le parece verlo de esa manera, como si ella fuera alguien que quisiera verlo, así de esa forma en algún momento de su vida.


Prepara el desayuno más lento de lo habitual, sabe que si usara la magia el mismo estaría listo en un minuto pero aún se siente bastante avergonzada como para hacerlo más fácil para ella y por eso tarda tanto en preparar el wafle, el te y el café, para ambos, pone la cafetera a andar y ve como se va vertiendo el café en la misma, mientras va formando la masa para los wafles sin dejar de revolver bien, no tarda tanto en ponerlo en la waflera para que se haga y mientras espera que el trastro viejo funcione, vierte el café en la taza y pone el agua en la taza para el té, mientras intenta no mirar a Malfoy para nada en absoluto, aun más preocupada por lo que vio que por lo que su mente se imagina en realidad.


Pone la mesa, la cuchara, los cubiertos y las servilletas, al final termina sacando los wafles que ya están listo, los cuales se apresura a servir y decide ir a levantar a Draco pensando en cuanto cambio su vida en unos días nada más y como le gustaría cocinarle la comida siempre, es un pensamiento extraño y raro, uno que achaca más al cansancio y a la preocupación por los hombres lobos que a un deseo real de ella en realidad.


- Draco, vamos arriba, despierta, ya esta el desayuno preparado y debemos ir a ver a los hombres lobos hoy y solucionar todo – Le dice viendo como sus ojos grises la miran cansado de toda una noche casi sin dormir.-.

- Por Merlín, Hermione, ya mismo me levanto y ¿preparaste el desayuno? Gracias por hacerlo, pensaba levantarme y hacerlo yo, no tienes que hacer todo tu sola y apresurémonos que tenemos que preparar todo para el discurso que diremos hoy – Susurra mientras se levanta y se pone su pantalón y su camisa blanca, dejándole ver su ancha espalda antes de enfundarla en su ropa –

Lo que callan tus ojos marrones (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora