Séptimo capítulo

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Buenas y malas cosillas

Un tiempo había pasado en el que los tres se encontraban en silencio, por tu parte echándote una siesta para reponer el sueño que habías perdido la noche pasada.

Por parte de los hermanos, ellos se entretenían viendo la fauna del bosque.

Pasaron varios minutos en los que no había nada más que una extraña sensación de paz, aunque estuvieran en medio de una guerra y en medio de un bosque considerado mortal.

-Vámonos! - se escuchó un grito a lo lejos.

Azulín se estiró y levantó del pasto desganado, los miró a ver y notó a su hermano igualmente dormido.

Rodó los ojos y movió tu hombro con la intención de hacerte despertar.

-Eh, teniente hay que irse- dijo.

Abriste los ojos lentamente y los enfocaste en los que tenías al frente tuyo.

Fue ahí cuando el oso cielo notó cierto brillo en aquellos ojos bicolor, era bonito claro, pero no tanto como los de él.

Bostezaste y te estiraste.

Azulín procedió a retirarse sin mirar atrás ni esperar a que terminaras de despertar a su hermano,pensó que hacerlo era una verdadera pérdida de tiempo valioso para él y el equipo. Caminó unos cuantos metros hacia el resto del equipo y se dignó a hechar un vistazo, ambos se veían felices, como si disfrutaran de la compañía que uno al otro brindaba.

Tal vez llegarías a hacer que Gordi dejara de depender emocionalmente de él.

Apretó los puños con irritación, tú no eras nadie para quitarle a su amado hermano en tan poco tiempo, simplemente no era justo, el juró odiarte, odiarte tanto que no tendría problema en terminar contigo.

Pero algo lo paraba, no te odiaba para nada, no se creía capaz de hacerte absolutamente nada y no entendía el porqué.

¿Porqué no podías ser una idiota y darle  las mil razones que necesitaba para odiarte? ¿Porqué tenías que ser tan amigable?

Realmente no te odiaba.

Escuchó cómo ustedes dos se acercaban a él, riéndose de algún chiste que habías soltado de repente.

Rodó los ojos y se retiró rápidamente para dirigirse a donde estaba el resto del equipo.

-Eh! Espéranos hermano! - gritó Gordi al notarlo.

-Sí! Espéranos azulito! - reiste y trataron para alcanzarlo.

Y ahora se encontraba en medio de dos osos extrañamente felices, miró por el rabillo del ojo tu pequeña sonrisa y lo relajada que te veías.

Habías curado su herida aunque el negara que ese raspón existiera.

Tal vez no eras tan mala.

Volviste a bostezar y estirarte, preparándote para la siguientes horas de sólo caminar hacia donde probablemente no estaría la compañia búho solitario.

-(Que flojeraaaa!) - pensaste.

Volteaste hacia los hermanos y sacudiste tu mano en forma de despedida, Gordi respondió a este y Azulín también pero ligeramente.

Oh wow, eso sí que era un avance.

Trotaste hacia tu nueva posición junto al queridísimo Padre hasta atrás del grupo, te colocaste a su lado y él asintió en forma de saludo a lo que respondiste con felicidad.

Cúrame (Unicorn Wars x TN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora