Escritos Espontáneos de Nasume_02

Nota de texto 04/06/2022

Tipo: fanfiction.
De: Estamos muertos.
Clasificación: tiene potencial.
Estado: sin terminar.
Nota: siento que, si esto fuera un fanfic completo, este sería un capítulo de 5 o 10.

-Entonces estás muerto.

Llevaba ya dos días caminando, perdida y sola, en aquella ciudad oscura y silenciosa que parecía volverse un laberinto sin importar que fuera de día o de noche.

Agradecía infinitamente que las deidades hubieran añadido un chip traductor a su cerebro.

De cualquier forma, le tomó dos días encontrarlo. Fue una casualidad que hubiera seguido el rastro de gruñidos erraticos producidos por los muertos hasta llegar a aquella calle comercial con cuerpos abarrotados en el suelo.

Ni siquiera había identificado el lugar cuando vió el uniforme del Instituto Hyosan en uno de los muchos cadáveres en el suelo. Se acercó, curiosa, y sonrió con tristeza al ver al chico con los ojos abiertos y cubierto de sangre.

Había llegado tarde.

Uno pensaría que al ser transportada a un universo lleno de zombis tendría al menos una guía mágica o un súper poder (como inmunidad al virus o algo por el estilo), pero ese no había sido su caso.

La única ventaja que tenía era el chip traductor que le permitía entender todo lo que leía y oía, incluso cuando hablaba podía emitir sonidos en coreano.

Pero uno no puede hablar con los zombis para evitar que lo muerdan, y correr por una ciudad desconocida resulta ser más una desventaja que una ventaja.

Había dicho que lo salvaría, pero nada más ver a los muertos cara a cara se echó a correr para salvar su vida.

Una lástima que eligiera la calle equivocada y acabara en una multitud zombificada.

"No importa, es más fácil ser un fantasma que ser un humano. Los zombis no comen fantasmas".

Se sentó en el suelo y acomodó la cabeza del chico sobre sus piernas, a modo de almohada.

-Hey, Woojin-shii.

Su cabeza sangraba. ¿Quién había sido...?
¿La presidenta Nam Ra? ¿Cuánto tiempo hacía que estaba muerta? No era tanto, pero ya ni siquiera recordaba con detalle las cosas importantes.

Sintió algo, muy dividido entre el terror y la gracia. ¿Acaso la indecisión era parte del paquete de zombificado?

Después de todo, había sido muy firme cuando dijo que quería salvar al chico, lo mismo pasó cuando ideó que escapar era mejor que ser idiota y morir por alguien a quien no conocía.

Igual terminó muerta.

Pero, ¡hey! Al final había encontrado al chico. ¿Eso tenía que contar para algo, verdad?

--Hey, Woojin-ah.

Presionó su dedo índice sobre la frente fría y perlada del chico y lo retiró con suavidad, arrancando consigo el alma del joven.

Es más fácil ser un fantasma que ser un humano. Desde luego, pero primero hay que convencer al fantasma de ello.