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𝙝𝙮𝙪𝙣𝙟𝙖𝙚 𝙥𝙤𝙫
Fui nuevamente al salon y el tal Mingi entra con otro chicos riéndose, me percaté de sus manos precisamente sus nudillos, con sangre seca.
—Si golpeas a personas deberías por lo menos limpiar la evidencia.— le dije en tono burlesco.
—Callate Hyunjae, no te interesa.— Juyeon entra después de el, con un poco de sangre en su ropa.
—¿Te golpeo a ti o lo ayudaste?.— el me levanto el dedo del medio.
La clase llevaba 15 minutos y la puerta se abre, la pelirosa llega con los ojos hinchados.
—Señorita Kang, otra vez llegando tarde, se quedara 30 minutos y debe limpiar el salón.— ella asiente y va a su asiento frente a mi.
—Si te preguntas, no la golpeo a ella.— Juyeon me habla —Hyunjin es su hermano, a el es al que Mingi golpeaba.
La miré con curiosidad y pena. La clase continúa y yo no dejo de pensar en la cara de tristeza de la chica.
—Kang recuerde la limpieza.— ella asiente con una sonrisa.
—Adiós nena, nos vemos.— Mingi besa su mejilla y acaricia el trasero de la chica.
Ella toma la escoba y empieza a barrer sin notar mi presencia.
—¿Puedo ayudarte?.— me mira a los ojos.
—Tranquilo, además tu no has ensuciando aquí.— me sonríe y sigue barriendo.
—Y tú tampoco así que....—tome un paño y empecé a limpiar las ventanas.
—Oye, de verdad no tienes que hacerlo.— tomo mi mano, la suya era suave y pequeña comparada con la mía.
—Pero quiero, no es justo que te quedes por una estupidez como llegar tarde.— le sonreí y seguí limpiando.
Después de 20 minutos ya teníamos el salón limpio. Ella tomo sus cosas, yo las mías y caminamos en silencio a la salida de la escuela.
—Gracias por ayudarme.— me sonríe.
—Tienes una sonrisa muy linda Hyejin.— volvio a sonreír —No dejes de sonreír, por nadie.
—Eres muy... atrevido Hyunjae, apenas me conoces y me dices esas cosas.— carcajeó.
—¿Ser atrevido es sinónimo de honesto?.— paramos de caminar.
—Tu sonrisa igual es muy linda.— no me lo esperaba —Muchas gracias por todo, me debo ir, ya esta oscuro y vivo un poco lejos.
—Puedo ir a dejarte, mi auto está allí y no tengo problema en llevárte.— miro detrás de mi espalda y nego.
—Tranquilo, puedo tomar un auto bus. Adiós.— corrió y queda hablando con una persona.
𝙝𝙮𝙚𝙟𝙞𝙣 𝙥𝙤𝙫
Me aleje de Hyunjae y corrí al auto de Mingi.
—Hola Mingi.— se bajo del auto.
—¿Qué hacías con él Hyejin?.— iba a responder pero me agarra el mentón —¿Quieres que mande a matar a tu maldito hermano o prefieres que busque a la perra de tu hermana?.
—N-no y-yo, yo lo siento. Le dije que me dejara p-pero no lo hizo. Por favor deja a mis hermanos.— acaricie su rostro y el me soltó y me devolvió el gesto.
—Yo le dejaré en claro que te deje, de lo contrario tendre que dejarte marcas en la cara y sabes que no me gusta eso.— asentí y el me beso introduciendo su lengua en mi boca.
—Mingi... Mingi....— besaba mi cuello —Mejor vamos a tu casa y nos ahorramos a la policía.— apunte detras de él.
—De acuerdo.— rodeó el auto y antes de subir veo como Hyunjae seguía en el mismo lugar, pero mirándonos fijamente —Si el vuelve estar cerca tuyo, lo mataré.
—No creo que sea necesario.— le sonreí.
—¡¿Te importa el acaso?!.— golpeó el volante.
—N-no, me refería a que como t-tu le harías saber el no sería tan tonto de meterse contigo de nuevo.
—Tienes razón, vamos quiero dormir.— asentí y el puso su mano en mi pierna.
El empezó a conducir y cuando llegamos a su casa y la señora Seo nos recibió, ella era su nana.
—Hyejin ¿qué haces aquí linda?.— me mira con pena.
—Solo quería pasar la noche con Mingi.— sonreí y ella me abraza.
—Lo siento linda.— me susurra en el oido.
—No es su culpa.— nos separamos.
Ella sabía como era Mingi, pero no le decía nada a nadie porque no quería que Mingi termine como su padre. El padre de Mingi y él eran iguales, pero al contrario de Mingi, su padre llego a la cárcel porque su madre llamo a la policía. Lo peor no era eso, si no que lo mataron allí.
—Vamos hermosa.— me tomo el brazo y me llevo a su habitación —Quíate eso, la señora Seo lo lavará.
—D-de acuerdo.— me saque mi chaqueta y la polera.
—Dios que linda te ves, el negro resalta tu piel.— miro mi brasier —Sigue.
Saque mis zapatillas y mi pantalón, lo recojo y tocan la puerta.
—Lava su ropa.— ella asiente con una sonrisa y me pide las cosas —Me ire a duchar, quedate con tu ropa interior.
El se dirigió al baño, y yo me quede parada esperando que saliera.
—¿Que haces ahí parada? Acuestate.— asentí y el se puso su ropa —Duerme con esta.— me tiro una polera y la coloqué rápidamente.
—Gracias.— susurre.
—Te ves tan... linda.— mordió su labio.
—¿Podemos dormir?.— el asiente y al acostarse a mi lado me besa ferozmente.
—No sabes las ganas que tenia de golpear al nuevo al verte reír.— me miro serio —No lo volveras hacer, ¿verdad?.
—N-no.— me sonríe.
—No me dejes.— solto unas lagrimas y me abrazo apoyando su cabeza en mi pecho— Acaricia mi cabello.
—S-si.— lo hice y el dejo de soltar lágrimas.
—No se que haría sin ti Hyejin.— acariciaba mi estómago —Y no quiero averiguarlo.— se quedo dormido, y yo no pegué el ojo en toda la noche.
