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𝙝𝙮𝙪𝙣𝙟𝙖𝙚 𝙥𝙤𝙫
—¡Debes dejar de ser un hijo de perra!.— otro empujón pero este iba con devuelta.
—¡No insultes a mi madre imbécil!.— me subí encima de el y empecé a golpearlo.
—Hijo basta, Hyunjae, ¡Hyunjae basta lo mataras!.— mi madre me tironea el brazo.
Sus ojos chocan con los míos, pero al contrario de los míos llenos de odio, lo de ella solo brillan por las lagrimas.
—Debes parar, por favor.— miro al tipo en el suelo y me levanto.
—Tienes suerte de que ella esté aquí, o estarías muerto.— me fui a mi habitación.
El nuevo esposo de mi madre eran un patán, pero solo conmigo y eso era... bueno, todo esta bien hasta que toque a mi madre.
—Hijo debes ir a la escuela.— mi madre entra —Por favor, por lo menos debes terminar este año, es el último y ya.
—No te dejare con ese sujeto, ademas, de una o otra manera terminare expulsado.
—Tu sabes que el no me hará nada.— mi madre se sienta a mi lado —Y creó que alguna vez pueden cambiar las cosas, no lo se, nuevos amigos o amigas nadie sabe.
—Esta bien. Mamá si ese sujeto te toca aún que sea un pelo, lo mataré.— tome sus mejilla y me agache para mirar sus ojos —¿De acuerdo?.
—Ve a la escuela, llegaras tarde.— asiento y beso su mejilla.
Tomo mi mochila, voy a la cocina por mi dinero y veo al estúpido de Junseo limpiando sus heridas, me mira y le levanto el dedo del medio.
Cinco escuelas en cuatro meses, todas por lo mismo, peleas. Esta queda más lejos que las otras mi madre me dijo que fuera en metro, pero no lo hice, tome mi auto y partí. 10 minutos tarde, el inspector me lleva a mi salón.
—Disculpe señorita Kim, tenemos un nuevo alumno.— el director me da el paso —El es Lee Hyunjae.
—Bienvenido joven Lee, puede tomar asiento detrás de la señorita Kang.— mire a mis compañeros y mis ojos se dirigen a una hermosa chica de piel pálida con su pelo rosa atado en una media cola.
—Soy yo.— la pelirosa alza su mano.
Me dirijo el asiento detrás de la chica, dejo mi mochila en el suelo y saco el cuaderno.
—Disculpa, ¿tienes lápiz?.— le pregunte al chico a mi lado.
—Púdrete.— primer día nadie se enoja.
—Ten, me lo puedes devolver al final del día.— la pelirosa me extiende un lápiz morado.
—Gracias.— ella asiente con una sonrisa y me dedico a escuchar la clase.
Media hora después tomo mis cosas y salgo del salón.
—Oye Lee, te quería decir, que no vuelvas a hablar con Hyejin.— un chico, que al parecer era de mi clase me dijo con sonrisa arrogante.
—Disculpa, pero, ¿por que? ¿quien eres?.— me cruce de brazos.
—Soy Mingi, y ella es mía.— el chico se pone frente a mi.
—Wow, sí sigues tratando a las chicas como objeto, no creo que te resulte y menos con alguien como ella.— su sonrisa se fue y me agarro de la polera.
—Escúchame idiota, si vuelves....— el chico que me dijo púdrete lo empujó.
—Vamos Mingi, no quieres espantar al nuevo, ademas Hyejin le hablo.— el chico ojos de gato sonrío.
—Juyeon, tu y yo somos amigos, no debes defender a este tipo.— Mingi le pasa el brazo por lo hombros.
—Amigo mis pelotas, solo deja al nuevo y púdrete.— el chico saco su brazo.
—Salvado por otro idiota, Lee.— paso por mi lado chocando su hombro con el mío.
Los seguí con la mirada, volteo hacia el chico.
—Gracias, por decir eso de Hyejin.— el chico se volteo —Ese idiota siempre la molesta.
—¡Hey Juyeon! Vamos, están golpeando a Hyunjin.— un chico alto le gritó y corrió.
—Carajo.— el chico corrió detrás del otro.
—Que escuela tan rara.— salí del salón y un cuerpo choco con el mío.
—¡Lo siento, voy con prisa!.— una chica castaña me gritó.
—Tranquila.— fui a la cafetería.
No podía dejar de pensar en la pelirosa, quizás mi madre tiene razón, aveces las cosas pueden cambiar.
—Kang Hyejin, tan tierna.— fui a la maquina a comprar algo para beber.
Iba a una mesa cuando un grupo de gente corre hacía los salones y de paso me empujaron.
—Relájate Hyunjae.— empece a comer.
—H-hola.— un chico me miró— ¿Me puedo sentar aquí?, no hablaré apenas y notaras que estoy aquí.
—Amm, si claro.— empezó a comer y miraba a todos lados— ¿Cual es tu nombre?.
—S-soy J...
—Hola Ji, ya es hora.— unos chicos lo tomaron de la mochila y se lo llevaron.
Miré en la dirección hacia dónde llevaron al chico y note sus malas intenciones, miré mi plato y empecé a comer.
—No eres superhéroe Hyunjae.— seguí comiendo —Carajo.— solté mi cuchara y tome mi mochila.
Salí y los chicos le estaban dando una paliza.
—Tres contra uno. Déjenlo ya tienen lo que buscan.— se miraron entre ellos y se fueron corriendo —¿Estas bien?.
—Mira, ellos se llevaron lo que tenía, si me quieres golpear hazlo, pero no rompas mis cosas, seria la tercera vez este mes.— lo mire con pena.
—Levántate, el suelo está mojado.— le extendí mi mano —Vamos, debes limpiarte.
Fuimos al baño, el me miro asustado y le extendí su mochila.
—Te escondías de ellos.— asintió —Bueno tranquilo, soy Hyunjae voy en último curso.
—Gracias hyung.— se inclinó —Soy Ji Changmin, en dos años termino la escuela.
—Genial.— sonó el timbre —Vamos te llevare a tu salón.
—G-gracias.— se volvió a inclinar y camine a su lado —Gracias por defenderme hoy.
—Tranquilo, mañana te buscare y comeremos juntos.— el sonrió y asintió.
