🧜NÚMERO: 02

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En las profundidades del mar, JungWon nadaba feliz, agitando su espectacular cola de color anaranjado, la parte superior de su cuerpo estaba cubierta por una blusa azul sin mangas ajustada a su cuerpo que dejaba ver su ombligo y que tenía dos delgadas cintas que iban amarradas por detrás de su cuello.

Las blusas que usan las sirenas no cubren su ombligo. En cambio, los tritones no usan ninguna prenda que cubra su torso.

JungWon estaba feliz por haber conocido a su pareja de vida, pero también estaba muy impaciente porque la hora indicada llegara para poder salir a la tierra y así volver a verle.

Así es, Yang JungWon es una sirena. En el mar hay sirenas mujeres y hombres, pero no hay tritones mujeres, solamente tritones hombres. Y las sirenas al tener hijos, son llamadas “mamá” por igual.

A JungWon siempre le interesó el mundo terrestre, quería salir a la superficie y conocer a los humanos, pero sus papás se lo prohibieron, aunque eso no detuvo su curiosidad. Hace cuatro noches decidió salir a la superficie, no salió por completo, sólo quería ver un poquito más allá. Al aproximarse un poco a la orilla pudo ver una casa que estaba situada a unos cuantos metros lejos del mar, era algo grande y bonita. Esa fue la primera vez que su corazón palpitó fuertemente, y después de esa noche decidió usar su magia para tener piernas y salir a la tierra en busca de la persona que posiblemente vivía en esa casa e hizo palpitar a su corazoncito con aquella fuerza.

Y la noche anterior fue la noche en la que usó su magia, y al salir del mar, ya no tenía su esplendorosa cola de sirena, sino un par de hermosas piernas, aunque sólo podía tener piernas momentáneamente, no poseía la magia para tener piernas de manera permanente, el único que posee la magia para convertir a una sirena o a un tritón en humano permanentemente es su papá TaeHyun, un tritón bastante guapo que es rey de todo el océano, pero a JungWon le bastaba con tener piernas aunque sea un rato... Por ahora, porque su sueño siempre ha sido ser completa y permanentemente humano y vivir en el mundo terrestre, y más ahora que descubrió que su pareja de vida es un humano.

JungWon está seguro que cuando le cuente a sus papás sobre su pareja de vida, su papá TaeHyun no se negará a su deseo de tener piernas para siempre, y si se niega, su mami BeomGyu, que es una bellísima sirena, lo convencería de concedérselo.

- ¡Al fin! - exclamó el pelinegro con felicidad cuando ya todas las criaturas del mar se iban a sus casas a dormir. En el mar existe la regla de que a las 9 de la noche se apaga todo tipo de iluminación y todos deben irse a sus respectivos hogares, y JungWon esperaba esa hora para salir a la superficie y utilizar su magia para ir al lugar donde trabaja su lindo chico de suave cabello castaño y dulce sonrisa que lo tiene cautivado - ¡Ya quiero ver a...! - guardó silencio, después jadeó al recordar un pequeño detalle - ¡No sé su nombre! ¡No se lo pregunté! Pero qué tonto eres JungWon ¿Cómo no se lo preguntaste? - se regañó a sí mismo - ¡Ah, puedo preguntárselo hoy! - dijo emocionado y rio alegre

Nadó hasta la orilla del mar e invocó su magia, adquiriendo sus bellas piernas y también una preciosa vestimenta color turquesa que resaltaba su esbelta figura, haciéndolo ver recatado y sensual a la vez, y por supuesto que llevaba consigo unas perlas. Podía tomar las perlas que quisiera, porque también posee la magia para manipularlas a su antojo y hacer lo que quiera con ellas.

- ¡Al fin podré verlo otra vez! - dijo con una sonrisa, miró la casa que quedaba justamente frente a la orilla del mar por donde él salía, su corazón comenzó a latir, JungWon no sabía por qué, a su pareja de vida la conoció en otro lado, no ahí, lo desconcertaba. Pero mejor dejó de complicarse la vida pensando en eso, quizá los latidos de su corazón eran anticipados por la emoción de que pronto vería a su amado, así que volvió a sonreír y empezó a caminar, rumbo al restaurante-bar, donde estaría su guapo humano

🍹🍹🍹

- ¿Estás triste porque no ha venido tu chico bonito? ¡Ah, no, espera! ¿Cómo dijiste?... Es precioso - Jo le dijo a SeonWoo con voz juguetona, seguido de una risa

SeonWoo lo miró con desconcierto - Pff ¿De qué hablas? Yo no estoy triste porque él no ha venido - contrarrestó, ignorando lo último dicho por su amigo

- ¿En serio? - Jo no le creía

- Por supuesto - respondió. Jo entrecerró los ojos - ¡De verdad! - insistió en afirmar su respuesta

- Hmm, bien. Haré como que te creo - dijo su amigo - Y por cierto, ¿cómo se llama? - interrogó

SeonWoo calló por unos segundos, pensativo - Yo no lo sé, no se lo pregunté - admitió

- Mmm, ya veo. Pues claro, no andamos preguntándole su nombre a todas las personas que se acercan a la barra. Pero si viene hoy se lo preguntarás, ¿no? - habló Jo

- Claro que sí, creo que él será la excepción, será al único cliente al que le pregunte su nombre, me causó mucha curiosidad su forma de ser, es muy... - ya no siguió hablando porque en ese momento vio entrar a JungWon, quien acaparó toda su atención, es que por todos los cielos, el chico lucía hermosísimo

- ¿Muy qué? - Jo esperaba que SeonWoo terminara lo que iba a decir, pero el chico estaba distraído, miró hacia la dirección en la que SeonWoo miraba encandilado y sonrió al comprender la razón por la que su amigo se quedó sin habla - Ya vino tu amor - le dijo sonriendo, dándole un leve codazo en el brazo

SeonWoo ni siquiera le puso atención a su comentario, estaba perdido mirando a su chico bonito que se acercaba hacia la barra con una hermosa sonrisa de hoyuelos en su rostro, un delicado y sofisticado caminar, y su mirada anexada a la suya, e incluso cuando llegó hasta la barra y se sentó enfrente de él, no la apartó en ningún momento. JungWon sólo lo miraba a él y SeonWoo se dio cuenta que él tampoco apartó su mirada de la de JungWon en ningún instante.

De hecho, Jo también se dio cuenta de que los dos chicos nunca dejaron de mirarse con embeleso desde que JungWon entró al restaurante, sólo tenían ojos para ellos, así que con una sonrisita cómplice se alejó para continuar con sus labores de bartender. No quería ser mal tercio.

- ¡Hola! - dijo JungWon sonriendo feliz

- ¡Hola! - SeonWoo también sonrió

Se quedaron en silencio, sólo se dedicaban a mirarse detalladamente, admirando la belleza contraria... Hasta que...

- ¿Cómo te llamas? - preguntaron los dos al mismo tiempo, causando que sonrieran tímidos

- Tú primero - dijo SeonWoo

- Me llamo, Yang JungWon - dijo, mientras veía al bartender con intensidad

- Qué nombre tan lindo, JungWon. Yo me llamo Kim SeonWoo - extendió su mano derecha hacia JungWon, quien también extendió su mano derecha hacia SeonWoo - Encantado de conocerte - mencionó antes de tomar su pequeña mano y dirigirla hacia sus labios, depositándole un beso en el dorso, soltándola casi enseguida

Hasta el mismo SeonWoo se sorprendió de lo que había hecho, y más con un chico que apenas conoció la noche anterior, pero es que simplemente le nació del corazón.

Las mejillas de JungWon se ruborizaron de inmediato y su corazón se aceleró, ese beso que SeonWoo depositó en el dorso de su mano significó mucho para él.

- Tu nombre también es muy lindo, SeonWoo. Y a mí también me encantó conocerte - con una sonrisita nerviosa, JungWon acarició con sus dedos sus cabellos negros y ese pequeño y simple gesto cautivó por completo a SeonWoo, haciendo que su corazón latiera sin control

A partir de esa noche y sin que ellos se dieran cuenta, el vínculo que entrelaza a sus almas y a sus corazones se fortaleció, haciéndose mucho más grande e indestructible.

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