| Cap. 1 (B.H)|

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-OCTUBRE 5, 1984-

—¡TE ODIO!— Un grito proveniente de un adolescente claramente molesto. Era Billy Hargrove. Se había enterado de un cambio muy importante que sucedería en su vida. Pero no fue de su agrado.

Luego del grito, se pudo escuchar un portazo desde su habitación. Afuera de esta, había una fuerte discusión entre Susan y Neil. Los 'padres' de Billy.
Encerrada en su habitación se encontraba Max. La hija de Susan. Hermanastra de Billy. Ella no estaba contenta tampoco. Estaba frustrada, triste. Decepcionada. No pensaba que algo que escuchó sería motivo para mudarse de California.

—¡BILLY! ¡Ven aquí ahora mismo!— gritaba Neil. El también estaba furioso erróneamente. En cuanto se enteró de lo que Max había oído, no dudó en planear mudarse lejos de California. Bastante lejos.

—¡BILLY HARGROVE, SI NO VIENES EN ESTE INSTANTE!..— Antes de que pudiera terminar su frase, su hijo ya estaba presente en la sala. Su mirada irradiaba odio.
Susan intentaba arreglar las cosas. Siempre era así. Ella era la mediadora de la mayoría de las peleas. Pero esta vez, no había nada que pudiera hacer. Solo aceptar la decisión inesperadamente tomada por su esposo.

— Neil, creo que esto es innecesario. No podemos mudarnos de repente. Así nada más. Tus hijos... ¡yo tengo una vida aquí también!— La mujer reprochaba. Obviamente, su marido no la escuchaba.

— Yo NO voy a permitir actitudes como ESA en mi hogar— decía mientras señalaba a Billy.

El joven Hargrove estaba indignado. ¿Cómo era posible que le creyera a su hermana antes que a él, su propio hijo? Aún así, el no se sentía sorprendido. Era muy común que Billy fuera negado de cualquier tipo de atención o afecto por parte de su padre. Pero aún así, se sentía furioso. Traicionado por todos.

Max escuchaba atentamente por detrás de su puerta. Estaba llorando. Sabía que, muy probablemente, era culpa de ella por la cual se irían de su hogar. Y sentía algo inesperado hacia su hermano mayor. Sentía pena. Muy poca, pero pena al fin.

Cada vez que Susan o Billy intentaban cambiar el repentino plan de Neil, el más se convencía de mudarse. Cada vez, la fecha iba acercándose más. Primero, él planeaba mudarse en Diciembre. No se oyeron más de tres oraciones y ya se iban a mudar en tres días. Que desesperante para todos. Max se sentía cada vez más miserable, la furia de Billy aumentaba rápidamente. A la supuesta 'mediadora' se le acababan las alternativas menos extremas para manejar la situación.

— ¡La próxima vez que escuche a alguno de ustedes rezongar, les juro que nos vamos ahora mismo!— Neil ponía el primer aviso. El primero.

— Por favor... sólo considera...—

— ¿¡POR QUÉ NOS HACES ESTO!?— Dijo Billy antes de que Susan pudiera terminar su oración.

— ¡YO BUSCO LO MEJOR PARA LA FAMILIA!— respondía el padre. — Y aunque seas o no un interesado en los chicos, te quiero lo más lejos posible de tu 'amiguito' ese tuyo —

Ah, si. Esa fue la razón. Todo empieza por una charla seria que tuvo Billy con su mejor amigo del momento. Ellos se tenían mucha confianza, y por ese motivo, se dio a la luz un tema sensible. El amigo de Billy se interesaba en los chicos.
Por motivos del destino, Max se enteró de eso. Y esa pequeña pieza de información se reveló durante la cena que estaban teniendo pacíficamente 2 horas antes de todo el revuelo.

— ¡NO ME GUSTAN LOS CHICOS, PAPÁ! LO SABES— Billy casi escupía fuego por la boca diciendo eso.
— QUE A ÉL LE GUSTEN LOS CHICOS NO SIGNIFICA QUE A MÍ ME GUSTEN LOS CHICOS—

— No me interesa. Nos vamos de aquí. Y te juro que si vuelvo a verte con amigos así, o te veo siendo un fenómeno de esos...— amenazaba su padre, —Te voy a hacer llorar, William.— Cuando Neil decía el nombre real de Billy, significaba que algo muy serio había pasado. Demasiado serio.

—No me vuelvas a decir William...— confrontaba su hijo.

Antes de que la discusión cambiara de rumbo y se pusiera violenta físicamente, Susan intervino. Ella estaba más nerviosa que nadie. Porque al final de cuentas, todo lo que dijera podía ser usado en su contra. Y ella tampoco quería generar más conflictos defendiendo a nadie. Porque si lo hacía, iba a tener problemas mayores.

Max estaba cansada. No quería oír nada más. Quería desaparecer. Mientras empezaba a empacar sus cosas, sabiendo que en cualquier momento se mudarían esa misma noche, se daba cuenta de algo. Billy la iba a odiar por la eternidad. Ya de por sí, entre ellos no se soportaban. Pero ahora sería peor.

— ¿Por qué abrí la boca?...— se decía a ella misma. Se intentaba convencer de que esto era un sueño. Más bien, una pesadilla. Pero una cosa era segura. Ella tenía que ser más fuerte que antes. Le asustaba la idea de tener que empezar desde cero en una nueva secundaria en quien sabe dónde. Le asustaba todo.

Todos estaban asustados.

Hawkins de vuelta - Stranger ThingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora