Nosce te ipsum (Bandit X Radley)

Hermano

"Galletas." Su voz era ahogada y arrugaba las cejas con preocupación. "¿Estás seguro de que no hicimos nada más?"

Los hermanos estaban acostados boca arriba dentro de la tienda de acampar, uno perpendicular al otro, formando una 'T'. Radley descansaba su cabeza en el pecho de Bandit.

"Te lo juro, solo pasó eso." Radley tenía los ojos cerrados y los pies cruzados, sus dedos entrelazados reposaban en su estómago.

"Yo..." Le tomó unos segundos encontrar palabras para expresarse. Su mano izquierda de forma inconsciente jugaba con un mechón de pelo de Radley, haciéndolo rizo y peinándolo. "Esto no está bien, Rad."

"No te preocupes, fue solo una pequeña mancha en la cobija. Yo también tengo sueños húmedos a veces."

"No hablo de eso. Lo que ha pasado... El besarnos, no está bien."

"Lo sé."

"Lo digo en serio, me siento muy mal."

"Entendido, ya puedes parar."

"No creo poder verlas a los ojos otra vez."

"Suficiente."

"No puedo creer que-"

"Basta." Dijo con el volumen un poco más alto. Se giró un poco hacia la derecha para ver el rostro de su hermano y le tomó la mano. "Pídemelo." añadió. "Pídeme que olvidemos todo lo que pasó, y así será. Nunca volveremos a hablar del tema, no habrá 'un tema'. Seré el hermano despreocupado que sólo los visita en navidad, y tú quedarás absuelto."

"No es tan fácil." Dijo después de meditarlo.

"Bandit. Por el bien de nuestra historia, deja de mentirte a ti mismo." Se acercó a él hasta que una nariz tocó a la otra, manteniendo el contacto visual. "Mírame a los ojos, y dime que te arrepientes. Dime que eres capaz de ver lo nuestro como la atrocidad que es."

"Radley, yo no soy así." Dijo, con ojos tristes, pero con la respiración cada vez más acelerada.

Se despegó un poco para poder inclinarse hacia adelante, acercándose las miradas y poniendo la boca cerca de la oreja de Bandit. Tomó aire, pero al intentar hablar, no pronunció sílaba alguna. Trago saliva, pero ni así pudo decir algo. Tal vez inconscientemente Radley sabía que no hacían falta palabras.

Y así se quedaron ambos, unos segundos. Viéndose a los ojos sin hablar, respirando con fuerza cada uno en el cuerpo del otro.

"Papá, papá." Se escuchó la voz de Bingo, a la vez que se abría el cierre de la puerta de la tienda de campaña, dejando entrar el sol mañanero.

"¡Tío Radley!." Le hizo coro la hermana.

Una vez entró y vio la figura de los dos, Bluey dejó salir una letra "u" sostenida con curiosidad. "¿Qué hacen ustedes?." Preguntó.

"¡Bluey!" Dijo, más asustado que sorprendido Bandit. "Yo... Eh..." La cara le cambió de color en un segundo. Miles de pensamientos le llegaron a la mente. Quería enterrar la cabeza en la tierra.

"Buenos días niñas." Saludó Radley con una tranquila sonrisa. "Vengan, acérquense." Dijo, dando unas palmaditas en el lado izquierdo del pecho de Bandit. "Pongan su oreja ahí."

Así lo hicieron mientras Radley buscaba el cronómetro de su teléfono. Bandit solo pudo quedarse quieto.

"¿Escuchan los latidos de su padre?."

"¡Sí, lo escucho!" Exclamó Bluey.

"¿Qué, latidos?... Oh, sí, creo que sí." la hermana soltó una risita. "Tac, Tac, Tac." Imitó el golpeteo con voz grave. Ambas se quedaron ahí acostadas.

"Ese es el corazón de su padre, les aseguro que es muy grande y..." hizo una pausa para meter unos números en la calculadora. "¡Está a 125 latidos por minuto!"

"¿Qué significa?" Pregunto Bingo.

"Significa que está emocionado. Muy emocionado." Dijo mirándolo directo a los ojos.

Radley se levantó y estiró los brazos, bostezando.

"Cierto." Bandit se frotó los ojos. "Tengo que irme. Bluey, el editor dijo que tienes muy buena suerte con los fósiles, y quiere que lo llame para ver los detalles de la publicación del artículo."

"Oh, genial." Respondió emocionada.

"Así que, tenemos que irnos un poco antes de lo planeado." Comenzó a ponerse de pie, pero su hermano lo detuvo.

"Quédate así un rato." Radley no pudo evitar sonreír al ver a Bandit acostado abrazando a sus hijas, mientras los 3 movían la cola. "Yo empaco las cosas." Dijo, saliendo de la tienda. "Ah sí." se detuvo antes de eso. "Me llevaré esto primero, por si las dudas." Dijo, tomando la cobija que ellos ya habían hecho a un lado al despertar. "Prometo no hacer nada raro con ella. No mucho."