¡TONTO!

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Era una noche tranquila en el Thousand Sunny, el barco de los Piratas del Sombrero de Paja. La pareja estaba sentada en la cubierta, disfrutando de la brisa marina mientras compartían una cena que el cocinero había preparado con esmero.

-Sanji, esta comida es impresionante- dijo Ace con una sonrisa mientras saboreaba un bocado de pescado frito-No puedo creer que seas tan bueno en esto

Sanji se echó a reír por el comentario -Bueno, he estado cocinando desde que era un niño. Es una de las pocas cosas que se me da bien-
-Ya veo- dijo el- Pero no puedo evitar preguntarme, ¿cómo es que puedes hacer que la comida tenga un sabor tan increíble?-

Sanji se apoyó contra la barandilla del barco y miró hacia el cielo estrellado -Es una combinación de cosas, amor, Primero, el ingrediente debe ser fresco y de alta calidad. Luego, se necesita la técnica adecuada para prepararlo. Y, por último, hay que añadir el toque final, algo que haga que la comida sea única-

El contrario asintió con la cabeza, impresionado, amaba ver a su novio hablar de la cocina, sus ojos resplandecientes al mencionar un platillo-Es increíble cómo puedes hacer algo tan simple como un pescado frito y convertirlo en una obra de arte culinaria-
Sanji sonrió, agradecido por el elogio. -Bueno, todo es cuestión de pasión y dedicación. Si uno se toma el tiempo para hacer las cosas bien, los resultados pueden ser asombrosos-

Los dos continuaron charlando y disfrutando de la cena mientras el tiempo pasaba. Sin embargo, poco a poco, Ace comenzó a sentirse somnoliento. La combinación de la brisa marina, la comida deliciosa y la relajación de la cubierta del barco comenzaban a hacer efecto.
Sanji notó que Ace había empezado a bostezar y a frotarse los ojos

-¿Te estás quedando dormido, cariño?- preguntó, divertido Ace se sonrojó un poco y se disculpó con este
-Lo siento, Kohaku  No quería parecer grosero, pero esta comida y la brisa marina me están haciendo sentir muy relajado-
Sanji se rió por el comentario de su pareja
-No te preocupes. Todos necesitamos un poco de sueño de vez en cuando. ¿Por qué no vas a dormir un rato y yo me encargaré de la cubierta?-
Ace asintió con la cabeza, agradecido por la amabilidad de Sanji, no sin antes darle un gasto beso al Rubio dejándolo sonrojado

Con eso, Ace se dirigió a su camarote, con la cabeza llena de sueños de deliciosas comidas y aventuras en alta mar. Y mientras se dormía profundamente, Sanji se quedó en la cubierta
El joven cocinero se apoyo en el barandal y soltó una pequeña risa
-Mi Tonto...-