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La penumbra de la noche acompañaba la macabra escena llevada a cabo en el sótano de aquella vieja casa, solo la luz de la luna se filtraba por la ventana permitiéndome ver mis manos manchadas de sangre, observé el cuerpo inerte tendido frente a mi. Unas manos me sacaron de la nebulosa de pensamientos que abrumaban mi mente y aún en estado atónito levanté la mirada chocando con la oscura de mi hermano Ezra.

—Deja eso Anika.— Era la primera vez que lo oía hablar en meses.

Mama entró por la puerta con rapidez y me alejo de la escena, mientras mi hermano limpiaba el desastre ella se encargó de calmarme. Aún luego de haberme llevado una vida como ellos querían, seguía viendo las sombras pidiendo más y más, mamá me lo había advertido pero no quise escuchar, las sombras son capaces de manipularte a cambio de un alma.

—No importa mi chiquita, ya estás a salvo.

Pero mientras mi madre recitaba mantras una sombra oscura se escabullo frente a mi, y con un simple gesto estuve advertida, yo nunca estaría sola, porque las sombras siempre estarían a mi lado.

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⏰ Última actualización: Jul 07 ⏰

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