parte siete

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Los tres me miraban con tanto odio, tanto desprecio.

Devon y Lexy salieron corriendo en dirección a las escaleras, Jake los vió bajarse y luego me miró a mi, estiré mis brazos para que me cargara y él se acercó, pero en lugar de cargarme cariñosamente como siempre hacía. Me levantó bruscamente apretando sus fuertes manos en mis brazos, me quejé pero a él no le importó y comenzó a bajar las escaleras cargándome como si no fuera nada más que un simple muñeco.

– ¡Me duele!– dije.

Pero me ignoró.

Al llegar al fían de las escaleras la misma mujer de antes les apuntaba a los chicos con un arma y les exigía que me entregaran, esa mujer me daba miedo, quería quedarme en brazos de Jake pero él me entregó sin más.

– Jake – dije con voz suplicante – No fue mi intención hacerlo –

Pero él no me escuchó y al contrario me golpeó contra la pared haciéndome sacar un chillido de dolor.

– ¡Dije dámelo!– habló la anciana.

Jake me miró con tanto odio en sus ojos que me dolió el corazón, no sé muy bien que fue lo que hice para que Nadine se cayera, pero lo último que hubiera querido era que ella saliera lastimada.

Ellos hablaron de que iban a hacerme algo para que otro yo sé metiera en mi cuerpo, todo esté asunto es demasiado aterrador para mi, me ataron como si fuera un perro y me pusieron en una mesa dónde todos estaban mirándome, absolutamente todos me miraban con tanto odio... ¿Qué les hice?

– Jake... ¿Qué ocurre?– pregunté.

Pero Jake ya no me respondía, me miraba y luego miraba al piso con enojo, la única que no me miraba mal era la anciana.

– Jake... Lo siento, yo también amaba a Nadine– dije.

Y era verdad, ella me trató como si yo fuera su hermanito, ella y Jake eran los únicos que me querían y ahora ella no está y Jake no me quiere.

De pronto volvió a pasar, cerré mis ojos cuando Jake estaba a unos metros de mí y cuando volví a abrirlos él estaba frente a mi agarrando su cabeza como si lo hubieran golpeado.

–¿Jake? ¿Qué pasó? – pregunté sintiendo mi mente nublada – Yo... Ya estoy bien.

– No, ahora veo lo que realmente eres– dijo.

Sus palabras me hirieron, ¿Por qué no entendía que lo que me pasaba era extraño? Yo no la empujé, fue alguien más. Es como si mi mente no me perteneciera completamente, como si alguien más a parte de mi tomara el control.

Jake, tengo miedo, no quise lastimar a Nadine... Por favor no dejes que éstas personas me lleven. Jake, lo siento mucho, no sé que me sucede pero por favor no me odies.

Continuará.











Chucky bebé no te merecías esto.

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