capítulo 1

849 101 14
                                    

Aviso
Hubo algunas correcciones en contexto sobre la apariencia de EMIYA. no es necesario volver a leer pues aquí se aclara sobre el cambio de apariencia.

Comenten si les gusto alguna parte o si hay dudas y me aseguraré de responder lo mejor que pueda.

Gracias por leer.

°•°•~_--_--_--_--_--~•°•°


Cálido, era el sentimiento perfecto para describir lo que sentía Emiya en este momento.

Sus ojos estaban cerrados, su percepción parecía que le fallaba y no podía moverse, pero ese no era el problema para el.

El problema era que no estaba muerto.

Lo único que pudo sentir su tacto fue pasto, lo que significaba que estaba acostado en el suelo, en un reconfortante y suave pastoral. Aún así, no pudo abrir los ojos, como si una fuerza evitará que los abriera. El viento fresco siguió pasando tranquilamente por el cuerpo de emiya y lo que parecía, el terreno en dónde se encontraba.

De un momento a otro, pudo mover su brazo derecho, algo curioso pues fue una parte de su anatomía que vivió las arduas batallas en su vida y aguanto el dolor y el peso de la noble espada que la acompañaría por siempre.

Su brazo se dirigió a su rostro, con tranquilidad trato de tocar su rostro, pero algo lo desubicó, sintió una mano tocando sus ojos, estaba obstruyendo su vista, aún así, decidió dejar puesto su mano sobre la otra.

Su piel lo sintió suave, gentil, tranquilo, y cálido. Tuvo una corazonada con eso, quizá ya sabía que género era la persona que estaba obstruyendo su vista.

Sin embargo, no se quejo, solo calló y como si un reflejo de tratara, sonrió.

"¿Mhh~?" Escucho un gemido de confusión. "¿Que es lo gracioso rojito?" Una voz pregunto, lo cual respondió su corazonada. Era una mujer la persona que tapaba su vista.

Esa voz, era la de una mujer, pero se le hacía extrañamente familiar, una voz que había escuchado hace años, pero al mismo tiempo era diferente, el tono autoritario digno de un rey no existía en su habla, si no el de una voz chillona y juguetona, como si a una niña le hubiesen comprado una muñeca nueva estuviesen hablando.

La mujer estaba feliz y contenta por su presencia.

Emiya solo sonrió gentilmente ante esto, sintió como sus fuerzas regresaban a su ser, pero no sé movió del lugar, solo se quedó acostado sintiendo el viento tranquilo que rebosaba en el lugar.

"¡Oye! ¿No sabes que es de mala educación dejar a una mujer con la duda?" Quejo y pareció hacer un puchero la mujer.

Emiya siguió dejándola en duda. Unos cuantos segundos pasaron pero cedió a responder a la mujer con toda la confianza del mundo.

"bueno, no tengo ni la menor idea de dónde me encuentro, no sé ni quién eres y no puedo decir con certeza que quieres de mi" respondió como si fuera lo más obvio. "Y al parecer me estás tapando los ojos, por lo que estoy totalmente ciego en este momento"

"Aún no veo lo gracioso en lo que dijiste arquerito" se quejo la mujer.

"Bueno, no me siento divertido o capaz de reírme por algo vago, solo sonreí por inercia, así que interpreta mi sonrisa como a ti te guste" fue lo único que Emiya se limito a decir.

Fate: Chispa del ordenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora