La última carta

__Capítulo único_

Al-haitam se encontraba haciendo recados por Sumeru. Paseaba entre puestos, en busca de lo que necesitaba, estaba solo ya que Kaveh estaba de expedición, haciendo encargos que le mandaron. Echaba de menos al hombre, no lo iba a negar.
Extrañaba cuando despertaba junto a el, peleaban por tonterías o pasaban horas en silencio con compañía del otro. Echaba de menos a su pareja, demasiado.

Llevaba una semana sin saber de él. Estaba algo preocupado, pero sabía que si pasaba cualquier cosa avisarían, ya que no fue solo, si no acompañado con Denhya.

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El peligris se encontraba sentado, mientras leía un libro- que no ha podido dejar de leer- cuando derrepente tocaron la puerta. Alhaitham se preguntaba quién podría ser, no esperaba a nadie. Se levantó y se dirigió a la puerta, abriéndola y sorprendiéndose por quién estaba detrás de esta.

-¿Denhya?- Preguntó, aún estupefacto por ver a la morena, que se supone que estaría explorando junto su pareja.

Al no escuchar respuesta la miró confundido dándose cuenta de lo demacrada que se veía, tenía algunos raspones y una que otra herida.

Pero lo que más le confundió fue no ver al oji-ambar con ella.

-Alhaitam-dijo por fin la mujer, en un susurro, su voz se escuchaba temblorosa.

-¿Dónde está Kaveh, Denhya?- Preguntó, alertandose inmediatamente, al no obtener respuesta.

La pelinegra solo tendió su mano, que temblaba. En esta había una carta, guardada en un sobre.

-Es de Kaveh. Dijo, que te la diera en caso de que- la morena se calló, mientras intentaba retener las lágrimas que querían salir, su voz salía entrecortada.-El quiso que te dijera que te amaba, y no iba a cambiar nunca.

Alhaitham abrió los ojos sorprendidos, notando como estes se cristalizaban.

-¿Q-Qué?-Dijo, intentando borrar ese pensamiento, pero lo que decía la mujer lo corroboraba.

Sin esperar un segundo más abrió la carta, notando inmediatamente la letra de su pareja, esa tan especial que le caracterizaba.

Para Alhaitham:

Alhaitham, si estás leyendo esto es que ya no estoy en este mundo, sabía que algún día pasaría, es inevitable, pero ojalá hubiera sido más tarde. No sabes cuánto me duele no haberme despedido de ti.

Sabía que podría haber sido la última vez, y así lo fue.

No quiero que por mi culpa estés triste, ni qué te cierres a la vida.

Quiero que seas feliz.

Que sigas siendo tú.

No creas que te habré dejado solo, en absoluto, siempre estaré junto a ti.

Lo lamento tanto, no quería que las cosas hubieran acabado así.

En las semanas que no estuve, te eché de menos, no podía olvidar tu olor, lo bien que se siente estar junto a ti, ya sea abrazándote, besándote o estar solo contigo.

Lo echaré de menos.

Lo que más me duele de partir es dejarte aquí, solo, es lo que más me duele, saber que estarás destrozado.