Me encantaría poder saber si ella sentirá lo mismo que yo.
Ni si quiera se si a ella le gustan las chicas o los chicos.
Y ojalá ella fuera algo más que mi amiga.
Que complicada mi vida amorosa...
Llegué a casa luego de las clases junto a mi hermano Shoto.
–Y a ti como te fue? Hablaste con la chica que no me quieres decir quién es?
–La verdad e tenido días mejores y no hable con esa chica.
–Por que no le hablas?
–No lo sé, tal vez por miedo a que me ignore o algo así.
–Quieres un consejo?
–Shoto tu ni vida amorosa has tenido y ya me quieres dar consejos?
–Pues si por qué no?
Intenté evitar ese tema y empecé a hablarle de otra cosa.
Llegamos a casa y me fui directo a mi cuarto.
No tenía ganas de hablar con alguien, menos con el viejo ese.
Me puse mi pijama y acomode un poco el chiquero que era mi cuarto.
Me acoste en mi cama y solo mire el techo. Saben hace unos días me di cuenta que todo se vuelve aburrido, ya ni mi teléfono me entretienen. Es como si estuviera en un bucle en el cual todos los días eran iguales, todos excepto cuando ella estaba.
Cuando ella solo me decia un simple palabra, para ella tal vez no le interesa saber quién soy o tener una conversación.
Pero para mí, ella me da curiosidad, tal vez por su aspecto físico, tal vez por sus gustos musicales o tal vez por ser alguien tan tranquila.
Sentí mis párpados cerrarse lentamente hasta que el sueño me estaba ganando.
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Desperte en la escuela pero parecía vacía.
Esto es raro...
Me levanté de mi asiento y me di cuenta que era de noche pero las luces de la ciudad iluminaban el aula.
Salí hasta el pasillo y como lo sospechaba no había nadie.
Camine un rato hasta que fui hasta la entrada y la vi a ella.
