Final

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Ahí estaba, parado en el medio del aeropuerto con un ramo de flores en sus manos esperándolo. Había pasado un año de que Tomas se había ido a Andorra aunque se habían sentido como 10 años para él. Al principio había sido duro, no poder hablar con él, no saber nada de él, con el pasar de los meses pudieron hablar por medio de cartas que la madre de Tomas llevaba y traía para los dos. Rodrigo le había hecho caso al castaño, le había dedicado el cien por ciento a su carrera, había comenzado terapia y había intentado conocerse más a sí mismo, se descubrió muchas veces en bares gays o en marchas lgbt con la bandera en la espalda, se dió cuenta que le gustaban los piercings y que le gustaba subir videos a youtube, supo que quería hacer algo grande con su vida y que principalmente quería compartir su felicidad con Tomas. Había intentado conocer a otros chicos, al igual que Tomas había salido un tiempo con un chico del hospital pero ambos notaban que nada les daba mas felicidad que recibir la carta del otro al finalizar el mes, nada los llenaba mas que ver la caligrafía del otro, el perfume de los sobres, los pequeños regalos o dibujos entre las hojas, las anécdotas y los mensajes de amor. 

Tomas también había cambiado un poco, tenía el pelo mucho mas largo ahora y le gustaba usar ropa brillante o floreada, también había descubierto en los talleres que tenía una gran voz y una gran capacidad para escribir canciones, la mayoría las hacía pensando en Rodrigo, pensando en su voz, en sus ojos, en su pelo y en sus abrazos. Estaba seguro ahora del rumbo que quería tomar para su vida, sabía que quería ser cantante y aunque fuera una carrera difícil tenía fé en que lo lograría, también sabía que quería estar con Rodrigo y la ansiedad lo carcomía mientras aterrizaba el avión a Buenos Aires, miró hacia todos lados en busca de su chico su corazón se detuvo cuando lo vio parado entre la gente, con un traje rosado y un ramo de flores en la mano, no pensó mucho realmente, simplemente corrió hacia él y lo abrazó con fuerza, subiendose encima de el, rodeándolo con sus piernas y con sus brazos como si fuera un koala entre lágrimas y besos. Las personas que pasaban los observaban con curiosidad, mientras ellos dos se besaban en medio del aeropuerto con ansias y desesperación. 
_ Estas hermoso_ Le decía Rodrigo, besando cada espacio de su cara.
_ vos estas hermoso_ Le decía Tomas, mientras le devolvía los besos y los abrazos.

Por la noche, ambos se quedaron solos en la mansión de Tomas, su madre habían decidido salir de viaje ese fin de semana con Thiago para que Tomas pudiera invitar a sus amigos a la casa y hacer una fiesta de bienvenida, con algo de inquietud al respecto pero con las esperanzas de que Tomas sabría como comportarse, obviamente por las dudas todos estarán pendientes de que nadie llevara nada a la fiesta o en su defecto de vigilar que Tomas no consumiera nada.
_ Asi que casa sola eh_ Dijo Rodrigo, alzando una ceja y atrayendo a Tomas hacía si, tomando sus labios en un beso corto pero intenso. 
_ Podemos hacer lo que queramos_ Le dijo, tirándolo contra la cama y subiéndose encima de él. Rodrigo apretó su cuerpo contra el suyo en busca de contacto, la noche era perfecta, afuera llovía y hacia frío mientras que adentro todo era cálido y pasional. Tomas gemía sobre los labios de Rodrigo cuando lo sentía adentro, empujando hasta el fondo, en un ritmo intenso y particular que solo ellos dos comprendían, las gotitas de sudor caían por sus frentes y se unían en el puente de sus narices. 
_ Te amo_ Le dijo Tomas, al oído mientras rasguñaba su espalda.
_ Yo también te amo_ Le dijo Rodrigo, besando sus labios en una lucha de lenguas que giraba entre lo lascivo y el romanticismo del momento. 
Todo era perfecto, pensaron ambos, recostados desnudos en la cama con la música de fondo y sus cuerpos dándose calor. Rodrigo besó sus mejillas mientras Tomas lo miraba con una sonrisa pícara en su rostro.
_ ¿Querés hacerlo de nuevo?_ Le preguntó, mordiéndose los labios. Tomas asintió con las mejillas coloradas.
_ Si, pero ahora me toca a mí "Niñero"_ Le dijo, soltando una risita y llevando sus caricias hacia los muslos de Rodrigo que gemía despacio mientras sentía sus dedos en su entrada, acariciándolo... una noche perfecta. 

Alcoholismo- RodritomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora