Bajo el Contrato Social |Quackity|

𝟓. 𝐓𝐡𝐞 𝐏𝐢𝐞𝐜𝐞𝐬 𝐎𝐧 𝐓𝐡𝐞 𝐓𝐚𝐛𝐥𝐞

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••• 𝐑𝐮𝐛-𝐐 •••
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𝟓. 𝐓𝐡𝐞 𝐏𝐢𝐞𝐜𝐞𝐬 𝐎𝐧 𝐓𝐡𝐞 𝐓𝐚𝐛𝐥𝐞
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│✦ B a j o  U n  C o n t r a t o  S o c i a l❞
│N u e s t r o ╴ Q.
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Quackity
Estaba manejado por aquella carretera a dirección a mi casa, acompañada de esa noche oscura, una luna hermosa y no podía faltar mi acompañante que era caracterizada por las margaritas, la mire de reojo en varias ocasiones y en todas estaba admirando aquellas margaritas como si fuera lo uno que existiera se notaba lo mucho que le gustaba esas flores; me pregunto ¿Por qué se caracteriza ella por esas flores?, me estaba ganado esa curiosidad de saber pero me hacia recordar mucho a una persona, no solo de facciones sino el comportamiento, antes de todo este contrato ya había sido adelantado de esto, al principio me negué rotundamente puesto que la idea era algo descabellada, bueno... Aun sigue siéndola, pero cada vez que me contaba lo que podría llevar este contrato me hacía dudar más en denegarlo.

Suspire.

—¿Paso algo? Te notas tenso.— fue lo que escuche.

—Ah, no, no, estoy bien.— comente para mirarla con un sonrisa nerviosa. Volví haber al frente a la auto pista, estaba sobre pensando mucho es saber si en un lugar la he visto.

[...]

— De nuevo en casa, que día tan agitador ¿No te parece?— pregunté. Tome las llaves de mi casa para insertarla en la puerta y abrirla.

— Pues si, me mata un poco la cabeza.— renegó.—Tengo tantas cosas en mente.

No la podía culpar, cambiarte de un lugar a otro así de la nada debía ser un poco difícil. Quería volver al tema sobre cómo haremos conocer sobre qué "somos pareja"; pero son solo verla se me iba las ganas parecía muy agotada.

— ¿Cuándo vendrán las cajas? Digo para poderte ayudar a desempacarlas.— fui a la cocina por un vaso de agua helada, estaba muriéndome de sed.

— Aun no se.

— ¿Aun no sabes?— pregunte. Me giré para verla a la cara deteniéndome en lo que iba hacer.

— Bueno llame pero sucedieron algunas complicaciones.—

La mire un poco decepcionado por aquella respuesta. Decidí no preguntas mas, puesto que eso a mi ya no me convenia. En medio de mi camino hacia las escaleras la llame con suavidad.

— ¡Que tengas una linda estadía aquí! —grite.
Subi rápidamente hacia las escaleras dirigiéndome a mi cuarto. Estaba muy agotado tanto que me daba flojera de pensar que tengo que bañarme.
Senti como mi teléfono vibro en mi bolsillo, quede un poco extraño puesto que ¿Quien me llamaría a esas horas? Tome el teléfono para ver que era una llamada de Mi Manager.