Soledad

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Tiempo atrás...

Por fin puedo sonreír, desde que dejé la Aldea me siento libre no tengo que fingir ninguna emoción nada, ahora puedo ser yo mismo.

Han pasado algunos meses desde que me fui, he visitado a muchos de mis amistades que e hecho a través de los años, la verdad me siento tan libre que no quiero volver a ese lugar que solo me trae malos recuerdos.

Aunque su pareja esté en esa Aldea tratará de convencerlo de que deje su mandato cuando cumpla algunos años, el es otro que merece descanso y paz.

Sale de sus pensamientos al tener otra vez ese malestar, corre directo hacia un arbusto y vomita la poca comida que a comido, no sabe qué le pasa es muy raro que él se enferme o mejor dicho nunca lo a hecho.

No puede preguntarle a Kurama por qué este se encuentra durmiendo, lo está haciendo desde que la guerra terminó su gran amigo zorruno merece ese descanso.

Al terminar de vomitar va directo hacia el río más cerca que hay y se limpia la boca, la suerte que puede mandar sus clones a la misiones.

Ha decidido construir una casa alejada de todo civilización donde es muy raro ver a alguien, el lugar está lleno de flores, árboles y todo tipo de plantas, seca hay una manantial, hay frutas no le faltará nada.

Sus clones lo están ayudando a hacerla casi la termina solo le a tomado un mes en hacerlo, es una cabaña muy Bonita y simple pero agradable con cuatro habitaciones, cincos baños, una cocina, sala y comedor.

Con eso el tiempo pasó y su casa se terminó de construir, entra y se maravilla por la bonita decoración —¡Me encanta!!

Rápido ordena su ropa y baja hacia la cocina, hace un poco de té, su estómago no ha dado tregua todo lo que come de una vez vomitada.

Al terminar con su te sale y va hacia la pequeña caseta que se construyó, al entrar sonríe al ver todo los libros y pergaminos que hay. El a tomado la decisión de estudiar las raíces de sus padres, poco a poco la a estado dominando y les encanta bastante.

Algo más que le gusta es recibir carta de su novio aunque solo son dos veces por semana siempre le manda pequeños detalles y el por igual.

Salta al ver un sapo frente a él —Me asustaste.

—Lo siento Naruto-sama, aquí le traigo lo que Kakashi-sama le a mandado.

—¡Muchas gracias!

El sapo le da espacio a su invocador, abre con emoción la caja es un pastel envuelto, toma la tarjeta y la lee.

* De; Kakashi Hatake
Para; El hombre más hermoso del mundo

Feliz cumpleaños pequeño Naru.

Que todos tus deseos se hagan realidad.

Te extraño mucho, pero se que no volverás he tomado la decisión que en algunos años dejaré mi puesto iré donde seas que estes.

Espero que disfrutes el pequeño paste

 Te amo*

Naruto sonríe en grande, pone la carta al nivel de su corazón, rápido saca el pastel y pone una velita y la apaga, rápido busca lápiz y papel y escribe una carta a su pareja agradeciendo el bonito regalo, busca algunos libros para mandarles.

—Ni siquiera me acordaba que era mi cumpleaños.

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Kakashi sonríe al leer la carta que su pequeño le mandó, lo extraña mucho, desde hace algunos meses a tomado a konohamaru para darles clases en privado.

Así que el día que deje el puesto hokage él estará listo. También poco a poco se está encontrando evidencia contra los concejales.

Estos viejos han escondido muy bien las evidencia de sus crímenes

Mira a través de la ventana —Te extraño pequeño.

En otro lugar.

Un pequeño rubio está gritando de dolor, algo entre sus piernas quiere salir, entra en pánico al verse solo se quita la parte de abajo de su ropa.

Puja lo que quiere salir de su cuerpo, jadea por el dolor tan insoportable, se acomoda en la bañera y termina de pujar. Queda en shock al ver lo que acaba de salir de su cuerpo.

—Hay no...