♡Bailar hasta que el tiempo se desvanezca♡ Imagina Hyunlix

Capítulo 7

Se separaron lentamente, y antes de que ninguno pudiera decir o hacer nada, dos enfermeros entraron al escenario y subieron a Felix en la camilla.
Ninguno apartó la mirada del otro, ninguno habló, Hyunjin se quedó parado, delante de 200 personas observando como Felix se alejaba en la camilla con miles de emociones reflejadas en su rostro.

-¿Hyunjin, podemos hablar?-Dijo la directora a sus espaldas.

-Si, claro -Carraspeó.

La siguió por los pasillos hasta su despacho mirando a todos lados, buscando rastro de Felix, pero no estaba.
Se sentó frente a ella con su cuerpo y su mente aún en otra dimensión.

-¿De verdad la coreografía que bailó Felix es tuya?-Pregunto uniendo sus manos sobre la mesa.

-Si-i-Intentó tranquilizarse frotando sus manos sobre el pantalón, no debería estar ahí sentado sino siguiendo a la ambulancia que de seguro se lo había llevado.

-Quería proponerte algo Hyunjin-Lo miró a los ojos-Ya sabes que tu paso por la compañía dejó una huella muy grande, has ganado más premios de los que puedo contar con mis manos, sería un gran orgullo para mí que trabajaras con nosotros.

-¿Cómo? ¿Trabajar aquí?-Dejó de respirar y sus ojos se agrandaron .

-De coreógrafo, nos vendría muy bien alguien con tanta experiencia como tú, la coreografía que hiciste para Felix fue espectacular.

-Yo… ¿Puedo pensármelo?-La vergüenza lo invadió por pedir algo así, pero no podía tomar esa decisión a la ligera.

-Claro, ya sabes mi número, esperaré tu decisión con ansias-Se levantó y le extendió la mano.

Hyunjin la imitó e hizo una reverencia tras tomar su mano, para acto seguido salir como una bala de la oficina.
Se dirigió corriendo al hospital más cercano y preguntó por Felix en la administración.

Al cabo de varios minutos estaba sentado en la sala de espera, junto a una pareja que de seguro eran los padres de Felix.

Y de pronto se sintió muy estúpido, había besado a Felix cuando el se encontraba tan mal, había sentido tantas cosas al verlo tan destrozado que no pudo ocultar sus sentimientos, y el arrepentimiento lo inundó.

¿Y si a Felix le había parecido mal el beso? ¿Y si ahora lo odiaba por haberlo besado en un momento tan difícil? ¿Y si lo odiaba simplemente por haberlo besado?

Lo más probable es que no quisiera ni verlo, ¿Qué hacía ahí sentado como si fuera alguien tan importante en su vida? Hacía pocas semanas que se habían hecho amigos, Felix de seguro solo querría ver a su familia en esos momentos.

Se levantó y empezó a caminar hacia la salida, la puerta se abrió y la enfermera preguntó por la familia de Felix, Hyunjin no se volteó, siguió caminando hacia la puerta y se quedó allí, inmóvil, con las lágrimas mojando su rostro .
¿Alguna vez dejaría de sentir que molestaba en todas partes?

-Hyunjin-Habló a sus espaldas
Se giró bruscamente y se encontró a Felix de pie, vestido con un pijama azul claro, sujetando en su mano derecha un portasueros.
Hyunjin se quiso morir.

-¡Felix! ¿Qué haces aquí fuera?-Se acercó a él temblando.

-Te vi cuando abrieron la puerta, ¿De verdad te ibas a ir sin verme?-Intentó ocultar el pinchazo de dolor en su pecho, pero se reflejó en sus ojos.

-Yo… Creí que preferirías ver a tu familia-Fijó su mirada en el suelo.

-Yo solo quería verte a ti-Admitió.

-Pero…-Buscó su mirada.

-Me gustas Hyunjin-Arrastró el portagoteros para acercarse a él.

-¡¿Qué?!-Se le desbocó el corazón.

-Sabes… Creo que he gastado toda mi vergüenza encima de ese escenario, porque me está pareciendo una idea brillante confesarte que me gustas mucho-Soltó una risa nerviosa-O tal vez en este gotero hay algo más que suero…

-Felix, ¿estás hablando en serio?-Si decía que sí se moriría ahí mismo.

-Sí-Dijo sin rodeos.

Se cubrió el rostro con sus manos y dejó caer su cuerpo quedando de cuclillas, sin poder mantenerse de pie, esto era demasiado, su corazón no podía soportar tanto.

-Hyunjin, ¿qué estás haciendo?-Se le escapó una carcajada.

Se levantó con esfuerzo mordiéndose los labios para no soltar un grito
Era la primera vez que le gustaba alguien y esa persona le estaba correspondiendo.

-Tu también me gustas mucho-Rompió con la distancia que los separaba y enredó las manos lentamente en su cabello, admirando de cerca su rostro, sus ojos brillaban más que nunca, y el estómago le dio un vuelco al comprender que él era el motivo.

-Estás tardando mucho en besarme-Rió.

-Tardaré un poco más, quiero mirarte bien y convencerme de que eres tu de verdad-Sonrió.

-Sí soy yo-Sonrió un segundo antes de juntar sus labios de nuevo, esta vez sin tanta tensión de por medio, un beso más dulce, menos apurado y sin el arrepentimiento pisando los talones de Hyunjin.

[...]
Felix se pasó 3 días en observación y le recetaron 2 semanas de reposo.
Estaban juntos en casa de Hyunjin, acurrucados en el sofá viendo una película, pero la mente de Felix no se estaba callada.

-Estoy harto de no poder bailar, ahora entiendo porqué tu te sientes un fracasado -Bromea.

Hyunjin se acomodó mejor y acarició su cabeza, posada en sus rodillas.

-Un día alguien me dijo que un bailarín que no baila sigue siendo un bailarín-Sonríe-Pronto volverás a los escenarios.

-¿Y tú?- Volteó su rostro hacia arriba para verlo-¿Aceptarás la propuesta de la directora?.

-Todavía no lo sé, a veces quiero hacerlo, pero otras siento que el puesto me queda demasiado grande.

-Venga, acéptalo, quiero encontrarme de nuevo tu cabello a lo lejos por los pasillo, y esta vez pensar "Ahí viene mi novio"- Bromeó de nuevo y buscó su mano para entrelazarla-Puedes tomarte el tiempo que necesites para decidirlo Jinnie, solo piensa en si eso te haría feliz o no, si tu corazón se mueve al pensarlo, es la elección correcta, sino, solo tienes que buscar otra cosa que te guste.

Hyunjin asintió con una tierna sonrisa en sus labios, la cabeza de Felix estaba apoyada sobre su pierna izquierda, y su cabello rozaba suavemente su cicatriz en la otra pierna, acercó su mano muy lentamente y cerró sus ojos antes de tocarla, algún día podría hacerlo siguiendo el movimiento con su mirada, pero mientras tanto, poder tocarla en la oscuridad era un gran logro.

Y nada podría haber sido posible si no fuera por la persona que descansaba en su regazo, sonrió en grande y fijó su mirada de nuevo en el televisor, sintiéndose feliz.