El tiempo pasaba muy deprisa y ya estaban a mediados del verano, Felix se había recuperado y convertido, como era de esperar, en el mejor bailarín de la compañía.
Para Hyunjin el tiempo no iba tan deprisa, le costó mucho decidir si quería pisar de nuevo esos pasillos, a veces deseaba despertar, y descubrir que todo había sido una pesadilla, que en realidad no había sido tan estúpido de dar ese salto que había desmoronado su vida, deseaba poder regresar a ese día y pensar dos veces antes de actuar, pero después, miraba a Felix y esas ganas de retorceder se hacían más pequeñas, porque ese cambio inesperado había mejorado en demasía su vida.
El pasado no podía cambiarse, y cada vez que se volteaba a mirarlo, sus trofeos como bailarín quedaban tan lejos que le hacían perder el equilibrio, y el camino enfrente como coreógrafo estaba tan cerca que le asustaba todavía más, por eso decidió dirigir su mirada a ambos lados.
¿Era ser coreógrafo su sueño? Pensó con su corazón como Felix le había dicho, y notó que este no saltaba muy emocionado al imaginarse en ese trabajo.
"¿Ves lo grande que es esta habitación?-Había dicho Felix-Aquí hay sitio de sobra para que tú te extiendas, para que dejes libres tus sueños, tus metas, tus miedos, tus sentimientos, todo lo que te hace ser tú, tienes sitio de sobra para desplegarte aquí mismo, en este mundo, Hyunjin, lo que sobra es espacio, no te hagas pequeño, expande tus alas y vuela", tenía razón, en el mundo sobraba espacio, si existíamos era porque había un espacio para nosotros, sino no habríamos venido aquí.
Pensó en su infancia, en lo solo que se había sentido, y en las tardes que había pasado en él mirador, Felix lo había visto bailar allí aquel día, pero el casi nunca subía al mirador para bailar, subía para dibujar.
Su corazón tembló entre sus costillas al recordarlo.Se levantó del sofá y subió a su habitación a pasos acelerados, se arrodilló y buscó bajo su armario esa caja que llevaba tantos años sin abrir, la tapa de metal estaba un poco dañada y llena de polvo, pero fue fácil de abrir, al hacerlo, miles de lápices de colores le cegaron los ojos, los apartó y bajo ellos encontró miles de paisajes, varios dibujos de las puestas de sol desde el mirador, árboles, las luces de la ciudad al anochecer…
Bailar le gustaba, siempre lo había hecho, pero no lo llenaba, nunca se había sentido infinito al hacerlo, el tiempo no se detenía y el corazón no bailaba en su pecho cuando lo hacía, en cambio al ver esos dibujos que había hecho con tanta delicadeza sintió su corazón cálido, protegido, como si entrara en casa después de mucho tiempo… Y entonces sí, el mundo dejó de girar, el tiempo se detuvo y solo existían él y esos hermosos dibujos entre sus dedos.
Cuando Felix terminó sus clases en la academia se pasó por casa de Hyunjin, y se encontró al pelirrojo esperándolo en la puerta.
Felix se bajó de la bicicleta y se acercó a saludarlo con un tierno beso.
-¿Pasa algo?-Preguntó con curiosidad el pecoso.-¿Puedes llevarnos a mi sitio favorito?
-¡Claro! Sube-Señaló la parte trasera de la bicicleta, dónde había colocado una pequeña manta para que Hyunjin fuera más cómodo.
El camino se hizo muy corto, porque Felix pedaleó con más rapidez de la normal, intrigado por lo que pasaba.
Hyunjin se pasó todo el trayecto ordenando sus pensamientos, al fin había tomado una decisión.
Llegaron y se sentaron en la barandilla, mirando al horizonte.-Venga, suéltalo ya-Dijo el menor girándose a mirarlo.
-¿Por qué sabes que quiero decirte algo?
-Eres un libro abierto Hyunjin, hablas muy poco, pero comunicas todo con tu cuerpo.
Hyunjin sonrió débilmente.
-Yo… Quería decirte que tomé una decisión…-Empezó a jugar con sus manos.-Venga dímela, ya sabes que cualquier cosa que decidas estará bien Jinnie, no tengas miedo-Lo toma de la mano antes de que se pusiera a morderse las uñas.
-Quiero dibujar-Soltó sin más
Felix dio un pequeño salto en la barandilla.-Tu… ¿Dibujas?-Alzó las cejas sorprendido.
Hyunjin asintió.
-¿No te llega con ser el mejor en el baile que también dibujas bien?-Bromeó.
-Yo no dije que dibujara bien…-Ahí estaba de nuevo la falta de confianza.
-Claro que dibujas bien, no necesito ver como dibujas para saberlo-Le contagió la sonrisa-Estoy muy feliz Jinnie.
-¿Y eso por qué?
-Porque has compartido conmigo tus gustos, no te lo has guardado, y eso me hace muy feliz-Se acercó a su rostro y rozó sus narices en un beso esquimal.
-Pero sigo teniendo miedo…Me da miedo que sea un sueño demasiado grande para mí… Me asusta no llegar a ser nadie admirable…-Borró lentamente la sonrisa.
-Tú ya eres alguien admirable Hyunjin, no tienes que ser bueno en algo para inspirar a los demás, y la gente no te va a querer más o menos por tus aptitudes, ni por tu físico, ni por tus gustos-Pasó el brazo izquierdo alrededor de sus hombros abrazándolo.-Tu no quieres a tu familia o a mí porque seamos buenos en algo, tampoco nos quieres por nuestra personalidad o nuestras aficciones, nos quieres por el todo, por nuestra esencia, por ese algo inexplicable que te hace querernos, de la misma manera pasa contigo, la gente te amará y te admirará simplemente por ser tú, no por lo que haces, piensas o sientes-El mayor no apartaba la vista del horizonte y Felix dejó un pequeño beso en su sien.
Hyunjin sintió su corazón agrandarse a través de sus costillas ¿Cómo hacía para decir siempre las palabras indicadas para que su corazón quisiera salirse de su pecho y lanzarse en sus brazos?
Felix extendió la mano en el aire y Hyunjin lo miró confundido.
-¿Aceptarías un último baile antes de convertirte en pintor?-Sonrió, contagiándole la sonrisa.
-Acepto, pero con la condición de que no sea el último-La sonrisa subió por sus labios y le llegó a los ojos.
-Me gusta esa condición-Entrelazaron sus dedos lentamente, sintiendo al máximo cada una de las chispas que provocaban sus pieles en contacto.
Sus ojos se encontraron y brillaron, Hyunjin acercó lentamente su mano al rostro de Felix, acariciando lentamente con su pulgar esa constelación en sus pecas con forma de H, y acercó su rostro al suyo para atrapar sus labios en un beso delicado, y latidos acelerados.
Aún quedaba mucho por cambiar, mucho por desaprender y mejorar, pero estaba dispuesto a hacerlo, y eso ya era una victoria.Se bajaron de la barandilla y caminaron a unos metros de ella tomados de la mano, el sol empezaba a ponerse y el cielo lleno de tonos anaranjados y rosas pastel los iluminaba, la cuidad a sus pies empezaba a teñirse con la luz de las farolas.
A la hierba que pisaban, no le importó ser aplastada, porque el motivo era un baile lento entre dos enamorados que habían encontrado su pequeño espacio eterno en un mundo finito.
Y bailaron, sin música, en el mismo sitio dónde casi un año atrás Felix lo había visto por primera vez.
Es posible que la vida sea así de sencilla, bailar, hasta que el tiempo se desvanezca y así salvarse juntos, infinitos, cómplices y felices.
Fin.
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♡Bailar hasta que el tiempo se desvanezca♡ Imagina Hyunlix
FanficHyunjin, el mejor bailarín de una compañía de danza deja de confiar en si mismo tras una fuerte caída que le impide seguir bailando, su hasta ahora enemigo Felix le ayudará a encontrarse a si mismo de nuevo