[2/2]

2.4K 262 18
                                    

Advertencia: 🤡

Era un grano en el culo, esos imbéciles eran realmente unos hijos de puta, maldijo al trío que se burlaba cínicamente de su represión sexual.

— Katsuki...

— Cierra el hocico.

— No tengo hocico, tengo nariz. — Refutó el mitad vampiro con seriedad.

Bakugou puso los ojos en blanco.

Shōto era demasiado estúpido o inocente para su bienestar.

«¡¿Cómo te atreves a pedirme probar mi pene?!»

Frunció el ceño y desvío la mirada para que no se notará sus orejas rosadas.

— Idiota.

Shōto no respondió.

Bakugou obligó a calmar su frenético corazón, por un momento le hubiera gustado que las palabras de su luna fueran una petición real.

— Estas moviendo la cola. — Declaró el bicolor, inclinando el cuerpo para observar mejor.

Los ojos rojos se abrieron rápidamente y enfocaron a el traidor, larga y peluda cola del rubio se meneaba alegremente, tanto que daba vergüenza.

— ¿Estás feliz?

Katsuki abrió la boca y luego la cerró, dudando en responder.

Y furioso atrapó entre sus garras a la sinvergüenza cola que delataba sus pensamientos impuros y mirando con recelo a esa imbécil.

«Un día de estos, te voy a matar.»

Ese pensamiento era ridículo, pues era su propio cuerpo. Mas en su mente se escuchó razonable.

Con pasos ligeros como un pluma, caminando sin que se escuchará ningún sonido, Shōto se acercó.

— ¿Por qué yo no tengo cola? — Preguntó con curiosidad, inclinándose cerca del trasero del lobo. Y mirando la base de la cola.

— Por idiota; así que quédate lejos. — Advirtió.

— Sigue moviéndose más. — Comentó el bicolor, y Katsuki se alejó. — Pareces un cachorro.

«Hijo de puta»

— ¿Te estás burlando de mí?

— Quiero tocarlo.

— ¡Aléjate!

Un juego, eso era para Shōto. Katsuki hacia lo que quería con él, entonces el jugaría con la colita.

Intentó atraparlo en varias ocasiones, pero el lobo parecía ser más inteligente que él, aprovechando de su experiencia y burlándose del bicolor dándole un ligero golpe en la frente mientras esquivaba fácilmente a Shōto y sus intentos inútiles.

En estas circunstancias, Shōto jamás ganaría.

— Katsuki, baja. Por favor.

El vampiro saltaba e intentaba alcanzar al cenizo que estaba recostado mirándose las garras en la parte más alta del interior del techo.

— Oblígame. — La burla era inmensa, esa sonrisa confiada y arrogante se divertía del espectáculo del bicolor buscando una silla.

Después de todo, Shōto no recuerda que es mitad vampiro y vive en la ignorancia.

«Debo enseñarle a cazar» Pensó.

— Katsuki, tengo sueño.

Observó con cuidado y cautela ante cualquier posible engaño. Shōto bostezando y frotándose los ojos no desprendían ningún aura amenazante mas entrecerró los ojos desconfiado.

¡Lo vas a romper! |BKTD|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora