Cap | 54

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H | Harriet Hopper.

—¿Te gusto?-Pregunte a Steve, sobre el desayuno.

—Claro...

—No te gusto.-Me cruce de brazos.

—Estaba rico.

—¿Sabes algo?-Me levante de la silla.—Tú cocinas y yo te doy dinero.-Tire la servitoalla a un lado.

—¿Cambiar los roles?-Asentí.—No, mejor tu cocina.

—No, porque a el joven Harrington no le gusta mi comida.

—A la otra sólo procura no ponerle mucha azúcar.-Sonrió.

—¡Agh!-Me fui hacia mi habitación.

—Harri, no te enojes.-Entro detrás de mi.—No lo decía enserio.-Me abrazo por detrás.

—Ve con la cajera, para que ella te haga tu menú del día.-Me cruce de brazos.

—Aún sigues con eso.-Beso mi mejilla.

—Casi la querías desnudar con la mirada.-Lo aleje.

—Obvio no.-Me miró mal.—Sabes que yo solo te amo a ti.-Me iba a besar pero Chérie maulló.

—Ves.-Apunte a el gato.—Chérie está de mi lado.

—Yo no quería desnudarla con la mirada.-Me miró mal.—Ni siquiera recuerdo su rostro.-Se excusó.

—Iré a ducharme.

—Amor...

—Da igual, Steve.

—No, ven aquí.-Me atrajo hacia el.—Yo te amo.-Me beso.—Sólo a ti.-Me dio otro beso.—Yo te pertenezco.-Me tomó de la cintura.—Mi cuerpo te pertenece.-Sonrió pícaramente.—¿Entiendes?

—¡Es que esa maldita!-Grite.

—Hey.-Acaricio mi cintura.—A este chico sexy solo le gusta que Harriet Hopper le cause excitación y le dé los mejores orgasmos de su vida.-Di una risa nasal.

—Idiota...-Sonreí.

—¿Ves?-Me beso.—Ya te hice reír.

—Mhjm, aún así no te ducharás conmigo.-Caminé hacia el closet.

—¡Mierda!

Tomé una ducha, aproximadamente de diez minutos. Salí de la bañera y me dirigí a el closet.

—¿Que haces aquí?-Le dije a Steve, quien estaba acostado en el sofá que tenía en el closet.

—¿Que no puedo estar cerca de mi novia?-Sonrió.

—¿Ahora que hiciste, Harrington?-Me cruce de brazos.

—¡Te juro que fue Chérie!-Se excuso y el gato maulló.—El tiro el Jarrón.

—Santo cielo...-Suspire.—¡Son un par de niños pequeños!-Me senté en la silla.—¿Al menos limpiaron?

—Yo si, Chérie no hizo nada.

—¡Chérie!-Grite y el gato huyo.

—Ves que si fue el.

—Ya, vete a duchar.

—Ya voy.

(...)

—No, no.-Dije a el teléfono.

Me encontraba en una llamada con Sam, hablábamos sobre chicos, chicos sexys.

—Claro que el es muy guapo.-Respondió Sam.

SOLO PARA TI | STEVE HARRINGTONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora