IV. HISTORIA

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Ronnie había conocido a Bruce de casualidad. Al menos, ella quería creer que había sido la casualidad la que la puso en el camino de ese chico.

Cuando su abuela estuvo enferma, tuvo que tomar otro trabajo además del de La Bella Italia. Casi todas las noches iba a un club a servir copas en la barra. Se creía a salvo de babosos y ligones puesto que su cuerpo nunca había sido lo que se decía normativo. Al menos, ella no lo creía así, aunque no es que eso le hubiera molestado jamás. Pero lo cierto, que desde su perspectiva detrás de la barra, veía cómo eran las chicas que eran invitadas a copas, y cómo se veían las que atacaban y se insinuaban a los hombres.

Por lo demás, estaba muy bien considerada por sus compañeros, todos chicos, que cuidaban bien de ella, incluso esperaban a que ella subiera a su moto para marcharse.

Pero cierto día, ese chico que había visto más de una vez, aunque nunca acompañado, ni intentando aproximación con ninguna mujer, se quedó acodado en la barra y le dio una propina para que llenase su vaso cada vez que lo viera medio vacío.

Era algo fácil de hacer por el importe de la desorbitada propina.

Ya tarde, cuando estaban cerrando y limpiando los aseos para el día siguiente, uno de sus compañeros descubrió al chico derrumbado en el suelo, junto a uno de los urinarios. Estaba borracho e inconsciente, y alguien lo había golpeado en la cara, su ceja derecha estaba partida y la sangre seca en su rostro había goteado hasta formar un pequeño charco pegajoso en el suelo.

Quisieron llamar a la policía, pero el muchacho volvió en sí y se puso en pie, descubrió que le habían vaciado la cartera, y entre ella y uno de los chicos, lograron subirlo en un taxi y dejarlo en lo que supusieron que era su casa.

Unas cuantas noches después, él volvió al club y les agradeció por los servicios prestados. A partir de entonces, se creó una especie de amistad entre Ronnie y Bruce.

Meses más tarde, cuando la abuela mejoró y las facturas se habían pagado, Ronnie dejó el empleo en el club y se dedicó al restaurante italiano. Bruce le propuso que la relación fuese a más y ella se sintió honrada de que ella le gustase lo suficiente. Ronnie aceptó sin saber que acababa de quedar pegada en la telaraña que tan sutilmente Bruce había tejido.

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⏰ Última actualización: Mar 24, 2023 ⏰

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