第二章

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–Handong, deja de llorar– Minji estaba atando los cordones de las zapatillas de la menor.

Handong había querido impresionar a unas chicas en la pista de atletismo pero había terminado cayendo por llevar los cordones desatados, se había raspado las rodillas bastante feo, y había tenido que curarlas con algo de agua oxigenada y un poco de algodón, y ahora tenía los pantalones arremangados sobre sus heridas.

–Pero duele~– se quejó, haciendo pucheros, también se había golpeado la cara, así que cargaba una bolsa con hielo sobre su frente, donde estaba rojo por el golpe.

–Handong...– la miró con cansancio–. Eres una idiota.

–Ya lo sé~

Minji se levantó con un quejido y se sentó a su lado

–Pero por algo salí contigo, ¿no?– dijo la menor luego de un rato, Minji la miró y frunció el ceño con una mueca en sus labios–. Y por algo salías conmigo también, así que también, Minji, eres una idiota.

Minji se tomó un segundo completo para pensarlo y al final asintió.

–Sí, también por algo estoy aquí... Sigo aquí, así que sí, Han, te confirmo que también soy una idiota– dijo, se sentó a su lado.

Handong asintió levemente, se apoyó un poco sobre esta, tanteando terreno, la mayor no se movió, así que Handong prosiguió para apoyar su cabeza en el hombro de la otra.

Y Minji la dejó, porque le gustaba, porque le hacia sentir más viva por dentro.

En su mente, Handong pidió que la mayor volviera con ella, que de una vez, la aceptara de nuevo, porque nunca encontraría a nadie más como ella.

Pero era cuestión de recordar por qué habían roto, y por qué Minji estaba como estaba, para soltar todo deseo con un suspiro cansado.

𝐆𝐡𝐨𝐬𝐭 𝐎𝐟 𝐘𝐨𝐮 鬼 𝐉𝐢𝐝𝐨𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora