Handong se recostó en su cama, cansada, agotada física y psicológicamente, miró el techo y unas ganas de llorar la invadieron inevitablemente, no sabía bien por qué, quizás era por todo o quizás era por nada.
Cubrió su rostro con su brazo y se obligó a respirar para calmarse, fueron pocos minutos hasta que escuchó los pasos acercarse y supo que era Minji sin siquiera verla.
La mayor colocó una mano en su mejilla que la terminó de quebrar y rompió en llanto.
–Handong... Handong, no llores– murmuró Minji y se sentó junto a ella, sus dedos acariciaron sus mejillas, no pudo borrar sus lágrimas–. Dongie, bebé...
–N-No me digas así... Duele que me digas así, ya no soy tu bebé. ¿Rompimos, no?
–Handong, no-
–Minji... No es correcto que estés así y seas así conmigo, no lo es.
–Handong, ¿Quién dice eso?
–Yo.
–Estas contagiada de la sociedad, uno ya no puede llevarse bien ni cuidar de su ex amor sin que parezca incorrecto, en cambio el odio y el desinterés son lo que está bien visto... No tiene por qué ser de ese modo. ¿Quién lo dice? ¿No que es malo ser malo? Es una contradicción...
–Minji... No empieces con tus discursos de la sociedad– pidió la menor, apartó las manos de la más alta y limpió sus lágrimas, se sentó frente a ella y mirándola directamente a los ojos, preguntó con el poco orgullo y valentía que le quedaba– ¿Por qué sigues aquí?
Minji se congeló ante la pregunta, no sabía si decirlo, no sabía cómo reaccionaría la menor, su boca se movió sin sentido mientras buscaba palabras y sus ojitos se quedaron mirándola embobados.
–Porque aún te amo– murmuró finalmente–. Y porque quiero que seas feliz... Quiero darte la compañía y la fuerza que necesites cada vez que algo te falte, para que encuentres a alguien más, para que seas feliz y te traten y te amen como se debe, como te mereces... Porque eres la persona más buena que hay en el mundo y mereces tanto, Handong, en serio mereces muchísimo, y esto es lo mínimo que puedo hacer aún por ti.
Handong sollozaba bajito, seguía borrando sus lágrimas consecutivamente.
–¿Sabes que puedes hacer mucho más, Minjinnie? ¿Sabes que puedes ser tú de nuevo?
Minji comenzó a negar.
–Te amo– dijo Handong–. Y no creo ser capaz de amar a alguien más que no seas tú, no después de tener algo como lo nuestro.
–Yo no soy quien te puede hacer feliz ahora– habló–. Ya no puedo hacer nada por ti, Handong.
Handong negó, aunque en el fondo, lo sabía.
–Minji, bésame– pidió la peli naranja, sus manos fueron a las de la mayor, tomándolas con delicadeza– ¿Puedes?
Minji dudó un segundo completo, sus ojos se abrieron un poco de más por la sorpresa de aquel pedido, pero terminó acortando la distancia, posando sus labios sobre los de su ex novia, sorprendiéndose al sentir el mismo sabor, el mismo cosquilleo en todo su cuerpo y las mismas mariposas en su estómago, que prendieron vuelo y la hicieron temblar de emoción.
Se sentía igual que antes, aunque no era como antes, y nunca lo sería.
Lo triste es que ambas lo sabían.
Por eso el beso fue amargo.
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𝐆𝐡𝐨𝐬𝐭 𝐎𝐟 𝐘𝐨𝐮 鬼 𝐉𝐢𝐝𝐨𝐧𝐠
Fanfiction"𝐌𝐢𝐧𝐣𝐢 𝐚𝐲𝐮𝐝𝐚 𝐚 𝐬𝐮 𝐞𝐱 𝐧𝐨𝐯𝐢𝐚 𝐇𝐚𝐧𝐝𝐨𝐧𝐠 𝐚 𝐞𝐧𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚𝐫 𝐮𝐧𝐚 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐞𝐣𝐚" 你 adaptación, original @Junchi95