第九章

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–¡Feliz cumpleaños DongDong~!

La casa se llenó de aplausos y víctores, Handong sonrió complacida, mientras su amiga Gahyeon lanzaba confeti sobre ella, Dami sacaba fotos y Bora le gritaba a la menor por intoxicar su pastel perfecto con papeles de colores inmundos, Yoohyeon reía por tanto caos y tanto griterío, a pesar que eran ellas cuatro de invitadas, cinco con Handong.

Seis con Minji.

–Handong, tengo tu primer regalo en tus veinticuatro años– murmuró Yoohyeon cerca de su oído, se apartó para ver su rostro y sonreírle de forma encantadora a la peli naranja más baja, quién la miró con ojos expectantes.

La menor sólo tomó sus mejillas y unió sus labios.

Gahyeon gritó como colegiala, Dani alzó las cejas mientras sacaba fotos de eso también, y Bora comenzó a decir que dejara a la niña en paz, que era momento de comer pastel y no comerse la boca.

Minji bajó la vista y la mantuvo en sus pies hasta que supo que el beso había acabado, lo primero que hizo Handong fue mirar hacia ella, con temor de que Minji estuviera herida por aquello.

La peli rosa negó, sonrió de forma honesta.

–Es la indicada– dijo, y Handong pudo escucharla perfectamente a pesar de que estaba al otro lado de la cocina.

Pasaron unos minutos luego del festejo de la canción de cumpleaños, en donde las cuatro se sentaron a esperar en los sillones de la sala a que Handong terminara de cortar el pastel.

–¿Alguna habló con Siyeon?– preguntó Dami, con lo que las otras dos negaron.

–No volví a hablar con ella desde lo de Minji– dijo Gahyeon, directamente.

–Shhh– la calló Bora–. Handong se la está pasando muy bien y ahora tenemos a esta chica para distraerla, no arruines esta noche– palmeo el muslo de Yoohyeon, se sorprendió por lo duro que estaba– ¿Cuánto ejercitas?– preguntó.

Yoohyeon se había quedado con lo anterior, así que frunció el ceño, algo ofendida por ser considerada una “distracción”, no sentía ser eso.

–¿Qué?

–Oh, no, no– Gahyeon negó, agitando su mano–. No lo tomes personal– añadió, sonriendo–. Es que... Handong ha estado muy mal al respecto y como estarlo... Después de un año, pero, al menos te tiene a ti ahora, no sé que sean, pero hacen una linda pareja, le hace bien tener a alguien así de nuevo.

Yoohyeon se detuvo unos segundos a pensar pero terminó negando.

–La verdad, no estoy entendiendo. ¿Quién es Minji? ¿Que pasó?

Escucharon un plato caer y se volvieron con miedo hacia Handong, sabiendo que había escuchado.

La peli naranja levantó el plato con las manos temblorosas, río de forma nerviosa y dijo un “Está bien, no pasó nada, no se rompió”, antes de limpiarlo un poco y dejarlo en la mesa para acomodar una porción de pastel sobre éste.

Sintió a Minji abrazarla por la espalda y se obligó a respirar mientras unas lágrimas amenazaban con caer, la peli rosa ajustó el abrazo, haciendo que se tranquilizara un poco más.

–¿Handong?– alzó la vista hacia Yoohyeon, quien estaba a un metro de ella, con expresión preocupada–. Lo siento. ¿Estás bien?

Asintió sin más.

–Minji es mi ex novia– dijo hablando para Yoohyeon pero sin mirarla directamente–. Hace un año, vivíamos en un edificio de departamentos, era mi cumpleaños, y estaba Siyeon, quién en algún momento fue mi amiga pero estábamos muy alejadas para ese entonces... Mi cumpleaños fue una excusa para que no se encerrara en lo de sus padres por una noche.

»Ella tiene una depresión muy severa, y estaba en un mal día, así que la estábamos ignorando y en un momento de la fiesta, desapareció, había ido a la azotea, en el último piso, eran un total de diez, planeando lo que crees que estaba planeando.

»Minji fue la primera en darse cuenta y fue corriendo desde nuestro piso, el seis, hasta la azotea, llegó apenas segundos antes que yo, había ido por el ascensor.

»Siyeon había querido tirarse, Minji la salvó, pero terminó cayendo ella... Y cuando llegué, fue solo para ver lo peor.

Su voz estaba dura y sus mejillas estaban empapadas, en la sala, Dami, Bora y Gahyeon discutían por lo bajo que deberían haberle contado a Yoohyeon antes de venir para evitar darle un mal rato a la peli naranja, y que todas eran unas estúpidas.

Yoohyeon tomó un par de servilletas y se acercó a ella con delicadeza, limpió sus lágrimas con suavidad, mientras su otra mano se posaba en su brazo y dejaba leves caricias.

–Handong, lo siento muchísimo– dijo la menor, haciendo que Handong llorara un poco más con esas disculpas, que venían siempre que salía el tema–. Estoy segura de que Minji te ama, donde sea que esté, y te cuida con todo el corazón, tienes un ángel para ti ahora, estás más que bien y protegida– acarició sus mejillas y Handong sonrió mínimamente.

Yoohyeon dejó un beso en su frente.

–Tienes a muchos que pueden acompañarte si te sientes sola, ¿Lo sabes no?– Handong asintió–. Bien, que no se te olvidé, ahora me tienes a mi también– la abrazó y Handong se dejó esconder en su pecho, abrazando su cintura.

Minji sonrió y se sintió un poco mal por dentro, pero estaba feliz de que su Dongie pudiera al fin ser feliz con alguien, alguien que estaba viva y podía vivir con ella.

Se acercó en silencio, colocando una mano en el hombro de Yoohyeon, haciendo que un escalofrío la recorriera.

–Le rompes el corazón y te atormentaré el resto de tu vida– susurró en su oído, y los ojos de Yoohyeon se abrieron ampliamente.

𝐆𝐡𝐨𝐬𝐭 𝐎𝐟 𝐘𝐨𝐮 鬼 𝐉𝐢𝐝𝐨𝐧𝐠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora