- Hacía un tiempo que no teníamos estás charlas, no lo digas... ya lo se, aquí el que más habla soy yo, trataré de ser breve, pero de todos modos ya es tarde y debes ponerte al día.
Hoy fue el día 35 y las cosas están empezando a tomar forma, no fue hace tanto tiempo que peleabamos por sobrevivir, pero eso se acabó, estamos construyendo, creciendo y estamos listos para lidiar con este mundo, con sus términos, pero ya no dejaremos que eso nos defina..... estamos recuperando algo de lo que éramos, de cómo eran las cosas antes de todo esto, está sucediendo, ya no solo peleamos por sobrevivir.... Estamos volviendo a empezar, desde cero.
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- Deberías de estar orgulloso Henry, del trabajo que has hecho aquí... algún día cruzarás este puente con tus nietos y les contarás la historia de como se construyó. diría el rey Ezequiel preparado la armadura del pequeño Henry.
- No pienso aburrir a mis nietos con la historia de un puente. diría el menor.
- No es solo un puente... los caminos son el alma de las civilizaciones. Roma nació y cayó con sus caminos, sin este puente no habría comerció, munición de Alexandria, granos de Hiltop, pesados de Oceanside... está estructura aburrida nos une a todos. diría Ezequiel apuntando el pecho de Henry.
- Sientete orgulloso, y vuelve en un par de horas para empacar, que nos vamos a casa. diría el mayor. Dicho esto Henry se iría a ser su labor
- Ey, no olvidas algo? diría Carol.
El menor de daría la vuelta y se despediría de Carol, dandole un beso en la mejilla.
- Gracias, espera, no olvides esto.
Carol le entregaría un palo, le ayudaría a ponerlo en su espalda, despidiendo al menor con un beso en su cabeza.
- Está más alto?
- Parece que sí.
- Antes de que nos demos cuenta ya estará en la Universidad.
- Si el Reino no me necesitará y Henry no tuviera clases, me quedaría aquí para poner el último clavo.
- Esa sería la razón por la que te quedarías?
- Tal vez haya otra.
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- En cuánto al dique que improvisamos río arriba, dado el tiempo de la escorrentía de primavera, diría que aguantara de siete a diez días más, después de eso, despídete de esa ataguía. diría Eugene.
- Cuánto vamos a tardar en tener listos los soportes? preguntaría Rick.
- También de unos siete a diez días, si todos trabajamos duro, incluso podríamos tenerlo listo para antes.
- Ok, hablaré con el capataz y me aseguraré de que así sea.
- Volvieron los exploradores, Horacio seguirá de largo, pero no por mucho. diría Rosita.
- Sabemos cuántos son? preguntaría Rick.
- Alrededor de cien. Crees que deberíamos aplazar la detonación? preguntaría Rosita.
- No, si esperamos solo atraeremos a la otra horda.
- Margaret.
- Claro.
- Y esa es cinco veces más grande.¿ las sirenas ya están colocadas?
- Claro que sí.
- Bien, en ese caso, volemos la roca. Si la horda se acerca, la desviaremos.
