Ya había regresado de estar afuera, la cabeza le daba vueltas y estaba algo mareado, posiblemente por la botella de tequila que se había tomado, aún tenía más alcohol con sigo, pero no lo utilizo porque sabía que acabaría mal, y más estando allá afuera. Estaba débil, pero tenía las fuerzas suficientes para mantenerse firme en el caballo. Ahora su único problema es que ya era de noche, y las puertas estaban cerradas, no le quedaba de otra que hacer bulla para que le dejarán entrar, el chico se veía deplorable. Ya tenía algo en mente para no terminar como Henry, les iba a decir que se encontro con varios caminantes y que se los había llevado lejos para que no vinieran hasta acá, esa sería la razón del porque recién está llegando.
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– Recuerdo la mirada de él. Aún puedo verla. Es tan... fría...era.
Por qué te estoy contando esto? pregunto lidya
– ...Es mejor que estar en silencio a qué estar solo. respondió Henry.
– Nunca estuve sola. Mi gente viajaba en grupos con los muertos, extraño los sonidos, el olor.
–...Te soy sincero. Andar cubierto con piel de muertos es una locura.
– Pensar que este lugar no caerá como el resto. Eso, si es una locura.
– No estoy de acuerdo.
– Tu padre es un maldito como el mío. Solo saliste a pasar un rato afuera. No es para tanto. No hay guardias vigilando?
– Daryl no es mi padre. Ni siquiera quiere estar aquí. Solo le hace un favor a mi madre.
– ...No dijiste que tú madre había muerto?
– Me refiero...a mi segunda madre. Es una mujer muy fuerte. No conviene meterse con ella.
Y a tu padre, que le pasó?
Unos recuerdos retorcidos le vinieron a la mente a Lydia, no tuvo expresión luego de eso.
– Mi padre era un estúpido. Pero mi madre me mantuvo con vida. Me protegió. Se parece a la tuya. Tampoco conviene meterse con ella.
A las afueras del calabozo se encontraba Daryl sentado escuchando la charla de ambos jóvenes de manera atenta para tratar de saber lo que sea de ella y de su gente. Y a su costado estaba Carl...pero este estaba tirado en el suelo roncando un poco, el alcohol sí parece haberlo ayudado.
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Tara se había llevado consigo a un grupo para encontrar a Luke y Alden, ya que deberían de haber vuelto hace varias horas. Y esto ya era muy preocupante.
– Ves algo? pregunto Tara.
–... Quizá sean los muertos, quizá no. Mantengan distancia y estén atentos a sus manos. Es posible que lleven armás. respondió Yumiko.
El grupo que era encabezado por Tara empezó a matar a los caminantes que estaban en frente de ellos. Pero se dieron cuenta de que no eran problema.
– Caminan raro...son normales. dijo Tara para acuchillar a uno de ellos.
El grupo empezó a acabar con ellos sin problemas.
– ningún camuflado.
– Esos caballos...
– Eran los de Alden y Luke.
– Ellos no están por aquí.
– Quizá tuvieron que huir.
– Busquen huellas en la zona. No sé alejen mucho.
– Connie dice que cortaron a los caballos. Y los despellejaron con cuchillos. No solo fueron los muertos.
