Capítulo 8

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—Y entonces ¿Cómo te fue?

—Hubo más tensión de lo que esperaba

—Era obvio estas hablando de Megan con ella siempre hay tensión

—Le mande un collar creí que ni siquiera lo vería pero lo llevaba puesto junto con un vestido muy hermoso y su pelo suelto con una de esas tiaras que tanto usa ella simplemente lucia perfecta

Sin darse cuenta el rubio hablaba de cada detalle de Meg que normalmente no hubiera notado pero siempre prestaba atención a ella aunque fuera inconscientemente a esta altura el rubio sonreía hablando de ella

—¡¡Merlín!! ¿Te enamoraste de Black?— cuestiono asombrado

—¡¿Qué?! No es cierto

—Claro que si

—Ya dije que no

—Ok si tu dices

El rubio estaba enamorado de Meg pero no era capas de aceptarlo el mismo menos a alguien más y aria lo necesario para que ella sintiera lo mismo que el lo único que deseaba era hacerla feliz

Mientras tanto Meg creía que lo peor ya había pasado aunque no esperaba ni en mil años que algo peor pasaría aunque la suerte no estaba de su lado

—Mamá y ¿Dónde está Regulus?— cuestiono Meg entrando a la cocina

—No está se ha ido junto con tu padre

—¿A dónde van? Últimamente ambos salen a lugares misterios

—Eso no te incumbe

—Bien entonces ¿Por qué nunca hacemos algo juntas?

—¿Qué?— cuestiono Walburga sin entender

—Si ya sabes como madre he hija ni siquiera tenemos fotos juntas de cuando era niña

—Megan no moleste

—¡Merlín! Ni siquiera intentas hablar conmigo y siempre me llamas por mi nombre hasta a Sirius le decías hijo ¿por qué a mi no?— Meg hablaba en un tono alto y molesta

—No tendremos esta conversación

Walburga salió de la cocina sin mirar a Megan aunque ella la siguió no deseaba terminar la conversación no sin obtener una respuesta

—¡No! ¿Por qué huyes de mi? Por qué lo haces ¿acaso no me amas?

—Enserio quieres cual es la razón de mi desprecio por ti

Para este punto ambas mujeres gritaban

—Si! He hecho todo para tener tu aprobación y no a servido de nada dime por que

—Por que esto no es real tu no eres mi hija y te detesto tanto eres igual que tu madre te pares tanto a ella

Las palabras de Walburga resonaban en la cabeza de Meg ella no entendía si esto era alguna broma

—¿Qué? No, no puede ser

—La única razón por la que te soporte es por tu padre

—Y ¿por eso me odias?

—¿Qué esperabas que hiciera?

—Quererme, esto es real para mi tu eres mi madre

—Bueno la vida es así nunca tenemos lo que queremos

—Al menos ¿lo intentaste?

—No ni un poco

—No es mi culpa lo que paso era una niña merecía una oportunidad merecía más que tu desprecio

Walburga no dijo nada y salió de la casa dejándola sola cada discusión anterior venía a su mente ahora todo tenía sentido jamás la amaría como una madre por que no lo era

Estaba en su habitación mientras rompía cada cosa que veía aventando todo y gritando no se contuvo pues nadie la observaba

Love ProposalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora