XVI

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Fue una suerte que Luna hubiese estado esperando por ella, junto a la puerta, porque su encuentro con Harry le había despojado de cualquier sentido de orientación. Hubiera sido un desastre muy vergonzoso que ella vagara sola por el salón sin poder ver.

De todas formas no demoro mucho, le pidió a Luna que le acompañara a tomar el carruaje, habían sido muchas emociones por una noche, necesitaba descansar y pensar realmente bien que es lo que haría en el próximo y último baile, que casualmente era navidad.

Ya luego hablaría con Draco y Hermione, ahora lo único que deseaba era tirarse a su cama y pensar en esa noche.

No sabía como calificar aquella noche, empezó siendo buena, tuvo que pasar ese mal trago para luego... terminar siendo simplemente maravillosa.

Cuando llegó a la mansión Malfoy, se dirigió rápidamente a su cuarto y cerró la puerta tras de si sin poder evitar deslizarse hacía abajo, se llevo una mano a sus labios dejando un suave roce sobre ellos, Harry tenía unos labios verdaderamente fantásticos, todavía podía sentir su cálido aliento sobre ellos, eran suaves, ¡Merlín! ni en sus mejores sueños había jamas pensado que él, justamente él la besaría.

Y entonces el sentimiento de culpa la invadió, él la había besado... pero él no sabía quien era ella, no sabía que no era la señorita Blacksakes, sino que era Pansy Parkinson, la chica que lo molesto durante todo Hogwarts, quién se vistió de dementor sabiendo lo mucho que él los odiaba, que se burlo de él y de Hermione durante seis años interminables, que pidió que lo entregarán a Voldemort, si Harry supiera en verdad quien era ella se arrepentiría de haberlo besado.

Estaba segura.

Una persona como Harry, que prácticamente se sacrifico por salvar al mundo entero, ¿en realidad podría fijarse en alguien como ella? que durante casi toda su vida había pensado en ella misma siempre.

Unos golpes en la puerta interrumpieron sus pensamientos.

— vamos Pansy, abre, se que estás ahí—  era la voz de Hermione, Pansy se colocó en pie, sacudiéndose algo del polvo que había quedado en la tela del vestido.

 Del otro lado de la puerta estaba Hermione aún con el vestido que había utilizado en el baile, era muy hermoso ahora que podía verlo bien, tenía una falda amplia estilo princesa junto con un escote en forma de corazón del que partía un encaje que cubría hasta su clavícula y luego descendía hasta sus muñecas.  

— bonito vestido— dijo con cierto tono de acusación.

Hermione hizo una mueca.

— si bueno, no era el que quería, pero Draco se opuso a que me colocara uno parecido al que quiero, por eso me compro este— explico Hermione entrando al cuarto cuando cuando Pansy camino hasta su cama.

La pelinegra se negaba a verla a los ojos, por lo que Hermione suspiro.

— Pansy, se que seguramente estés molesta y...

— pongámoslo en perspectiva ¿de acuerdo?— Hermione asintió— en el caso hipotético que yo comenzara siendo amiga de Harry ¿cierto?, después de un tiempo nos hacemos novios, tú estás muy feliz porque Harry al fin consiguió a alguien y es una excelente persona, y así va a dejar su cara de amargura vital. Pasa el tiempo, la relación se vuelve muy sería y estable, y Harry y yo decidimos casarnos, pero, ignoramos a personas importantes y les damos la noticia cuando el resto del mundo mágico también se entere, entonces ¿tendrías o no tendrías razones para molestarte?

Hermione se quedo en silencio, si lo veían de esa forma tenía muchas razones para estar molesta, si ella y Harry... un momento, de todas las personas que pudo poner como ejemplo había escogido directamente a Harry, una sonrisa se extendió por el rostro de Hermione.

Solo tres semanas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora